Desde el 18 de abril de 2018, Nicaragua ha caído en el caos y los derechos de manifestantes y medios están bajo amenazas directa.
Mientras los manifestantes que exigen seguridad social y rendición de cuentas del Gobierno han sufrido por violentos ataques por parte de la policía, el Ejército y otros actores, los periodistas han sido atacados y han sido víctimas de robo de equipos y material. El Centro Nicaragüense para Derechos Humanos estima que 146 personas han muerto en las protestas y el fuego cruzado, como el periodista Angel Gahona, abaleado mientras filmaba una protesta el 21 de abril.
La censura en línea y la intimidación de periodistas y manifestantes también han estado muy difundidas. Los sitios web de muchos medios noticiosos independientes han sido atacados, y en muchos casos se han quedado han quedado sin señal. A comienzos de junio, los nicaragüenses empezaron a denunciar ataques informáticos a sus redes inalámbricas, a las que cambiaban el nombre con un lema de apoyo al Gobierno.
Mientras los pedidos políticos para un cambio en el régimen siguen en aumento, las efectos de estos incidentes se sienten más, y se limita el acceso a información cuando más se le necesita.
Cómo comenzó
La crisis empezó el 18 de abril, cuando el Gobierno –encabezado por el presidente Daniel Ortega y la primera dama, Rosario Murillo, que también es la vicepresidenta– unilateralmente adoptaron un decreto ejecutivo que reducía el fondo de pensiones en 5% e implementaba tasas adicionales de seguridad a empleadores y trabajadores.
En respuesta, jubilados y estudiantes organizaron manifestaciones pacíficas para expresar su desacuerdo, pero se encontraron con fuerzas policiales antidisturbios y miembros del grupo paraestatal Juventus Sandinista. A partir de ahí surgió el caos. Los enfrentamiemientos se tornaron violentos y algunos manifestantes han informado que la policía está usando munición real.
Después de intentos fallidos en un diálogo con Daniel Ortega para una solución pacífica del conflicto, muchos nicaragüenses pidieron su renuncia.
Ataques físicos a periodistas
Muchos periodistas han recibido amenazas en línea y en la vida real desde mediados de abril. En un incidente ocurrido el 10 de junio, el periodista Josué Garay, de La Prensa Nicaragua, fue atacado por un grupo que le robó. Garay cree que son miembors locales de la Juventud Sandinista. Le robaron su pasaporte y teléfono celular, que contenía videos e información de su trabajo de investigación.
Parece que los atacanets querían amenazar a Garay e impedir que saliera del país por sus actividades periodísticas. Garay contó su testimonio en Facebook:
En la madrugada dos hombres entraron a mi casa y directamente, entre amenazas con machete y tubo, me exigieron el celular (corporativo de La Prensa), mi billetera y mis documentos, entre ellos mi pasaporte. Me golpearon la cara y reventaron mi boca. Me sacaron de la casa y tiraron al patio, exactamente al sitio donde boto la basura. Cuando uno de ellos me iba a machetear le pedí que no me hiciera daño y el otro le dijo: “Hay dejalo, ojalá escarmiente”. Gracias a Dios estoy bien. Sin celular, así que toda comunicación por acá. Gracias a quienes han estado atentos y me han ofrecido su casa para quedarme. Dios nos proteja de este régimen.
No era la primera vez que lo atacaban. El 9 de mayo, oficiales de policía amenazaron a Garay y algunos colegas con armas de fuego mientras estaban haciendo sus reportajes. La multitud y la policía han atacado a otros periodistas de La Prensa, como Uriel Molina y Ivette Munguía, y les han robado sus equipos. Y el 8 de junio, el estudio de la estatal Radio Nicaragua se incendió.
Ataques SSID
Con los medios de comunicación tradicionales acusados de parcialización a favor del Gobierno, muchos nicaragüenses dependen de internet para estar informados. Pero esto también se está poniendo difícil.
A mediados de junio, cientos de personas informaron que sus SSID (sus nombres de usuario de red inalámbrica) cambiaron espontáneamente en medio de la noche. Quienes informaron del cambio son suscriptores de Claro, subsidiaria del gigante mexicano de las telecomunicaciones America Movil.
El nombre de las redes inalámbricas cambió a “QuitenLosTranques”, referencia a un táctica común de protesta de bloquear las carreteras. Este mensaje lo han usado constantemente sobre todo como etiqueta los actores gubernamentales y seguidores en línea. Las barricadas han esta apareciendo en todo el país en un intento para presionar a Ortega a dejar el poder y proteger a las comunidades de la violencia estatal.
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