Se acabó el periodo de pre-campañas tal como comenzó, sin ninguna novedad para los analistas... Las preferencias no se movieron, lo cual está haciendo temblar a muchos, Andrés Manuel López Obrador lidera, mientras que Anaya y Meade se desgarran por el segundo lugar.
López Obrador hizo la mejor precampaña, y la fórmula Anaya - Meade perdió la posibilidad de alcanzar al primer lugar, lo que coloca al partido MORENA en su tope de aceptación posibilitando la conquista de posiciones que oscilan entre el primero y segundo lugar en la gran mayoría de los Estados de la República.
Para Veracruz el caso es muy similar las encuestas no se movieron, a pesar de los esfuerzos del PRI por renovarse y mostrar una cara diferente al electorado y por su parte Yunes Linares lanzando a toda la caballería estatal a trabajar con marchas forzadas antes de la veda electoral, con el objetivo de abonar al Frente como la mejor opción de continuidad del cambio muy por encima de cualquier opositor.
Ante estas estrategias no alcanzadas, la carrera va cerrada entre dos: la alianza MORENA (PES-PT) y el PAN (MC-PRD), con un empate técnico entre Cuitláhuac García y Miguel Ángel Yunes Márquez, y sí aunque este último es hijo del gobernador de Veracruz no ha logrado arrebatar el posicionamiento a su favor conforme a lo previsto meses atrás.
La visita de los candidatos a la presidencia sólo vino a reafirmar que la ciudadanía se irá a la cargada con el presidenciable votando en cascada por el candidato a gobernador, senadores, diputados federales y locales.
La mejor puntada de estas pre-campañas fue la adhesión de cuadros políticos aprovechando la tremenda desbandada de los demás partidos. Siendo así que estas adjudicaciones son los que se han puesto a trabajar para hacer las campañas y dar de qué hablar, pues tal parece que la militancia de los partidos se está quedando corta en dar el soporte que los candidatos necesitan para mostrar fuerza política.
La gubernatura de dos años, fue el triunfo del descontento social de los veracruzanos para sacar al PRI del gobierno, pero como en política todo cambia y ninguna campaña es igual a otra, esta gigante elección por la de seis años será propia del descontento generalizado al sistema nacional y a los partidos que han gozado las mieles del poder en periodos anteriores.
Se ha vuelto de moda ser de izquierda, tal es el caso que observamos el cambio de aquellos que se mueven en los círculos políticos, dejando de lado la investidura de los viejos lobos de mar que representan multitudes, para dar paso a nuevos políticos sin poses que son emanados de un ejército de inconformes que se desquitan a la hora de sufragar.
Por lo que para esta nueva etapa, lo que viene para las alianzas es sólo el reafirmar a aquellos que están convencidos, y atraer a los indecisos que siguen siendo el gran enigma del proceso, que en su molestia generalizada son los que definirán la elección. ¡Son de cuidado!
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