jueves, 7 de noviembre de 2019

SEMANA COMPLICADA PARA OBRADOR CON LA PRENSA


Cuando las piedras hablan…
Por: Eva Varona
  
El lunes 4 de noviembre a las 7 am López Obrador se dispone a dar su conferencia “Mañanera”; pero detecta rápidamente que la primera fila que por lo general ocupan sus periodistas “fieles”, están ocupados por tres mujeres que lo miran expectantes y analíticas a cada una de sus palabras y movimientos.
La estocada se da temprano, la primera pregunta y la primera respuesta.
“Durante la conferencia matutina, representantes de una misión internacional de organizaciones defensoras de derechos de los periodistas, alertaron sobre los riesgos de ejercer este oficio en México y preguntaron al mandatario si se comprometía a no estigmatizar a periodistas para no alentar más agresiones contra la prensa.”
¿Y sabe cuál fue su respuesta?
El presidente dijo que no era necesario asumir un compromiso de no usar lenguaje estigmatizador a los periodistas porque sencillamente, aseguró, no lo utiliza.
¿Pero adivine qué?
Benditas redes sociales que a decir del propio Presidente hace de cada ciudadano un medios de comunicación; no falto quien hiciera una pequeña compilación de lo que ha sido totalmente evidente en este mandato.
Debo reconocer que Obrador ha dicho algo muy cierto; las redes sociales le proporcionan al usuario el poder de crear contenido tal cual como lo hace un medio de comunicación; incluso con más impacto que ellos mismos.
Sin embargo también debemos reconocer que ese poder ciudadano, en la mayoría de las veces no se usa adecuadamente, incluso para los mismos colegas que se aventuran a tener su propio medio en estas plataformas, muchas veces se han topado con la cruda realidad de una apoteósica “competencia” que trata de poner al mismo nivel la profesión periodística y a entusiastas ciudadanos que emiten opiniones que dicen contener información más real porque…ellos son personas comunes como usted y como yo y “no ocultan nada”.
Veámoslo así:
Yo sé hacer unos hot cakes espectaculares, pero eso no me hace una pastelera experta que puede preparar un pastel de bodas en un par de horas.
Pero la semana apenas comenzaba; el presidente terminó el lunes con una frase que sonaba a lema de campaña:
“La prensa no es mi enemiga, son los adversarios”

Nada qué refutar; la prensa que lo cuestiona duramente es y será siempre su adversaria.
A todo esto es bueno saber las distinciones entre ser enemigo y ser adversario, encontré lo siguiente:
“Los adversarios concurren en la búsqueda de objetivos comunes y por eso se enfrentan, ya sea en el mercado, ya sea en las elecciones, ya en cualquier otro tipo de conflicto que tienen mucho de agonal. Los enemigos se enfrentan porque el objetivo de cada uno de ellos es la destrucción del otro.”
Así que ya lo sabemos.
Pero la semana era joven y las estocadas mediáticas apenas comenzaban porque confrontar la prensa local es una cosa, pero cuando se trata de ser la mira de la prensa internacional, esa que no puede controlar como adversaria, es otra historia.
Si el Culiacanazo se estaba entibiando; el martes amanecemos con una de las noticias más hirientes que seguramente marcará el legado de Obrador: El caso LeBarón.
El miércoles y el jueves fueron invadidos por esa tragedia; poco se habló de lo feliz, feliz, feliz que estaba Obrador por lograr que se consulte la revocación del mandato y en realidad las mañaneras se enfocaron en dar información sobre el caso LeBarón, la inseguridad.
Y ahora era el turno de la prensa internacional que calificaban como un fracaso la estrategia de seguridad de López Obrador; los medios estadounidenses tocaron el tema LeBarón hasta el hartazgo; apareció en la escena Donald Trump quitándole el foco de atención a Obrador.
A eso le aderezamos que en la semana se dio a conocer una encuesta donde la popularidad del presidente va en picada ya con un 60%; que a decir de los expertos sigue siendo mucha aceptación.
Y bien; pues para la semana difícil de López Obrador, su suerte no parecía cambiar, pues el jueves asistió a la ceremonia  de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) y en su discurso y frente a miles de periodistas y dueños de medios de comunicación dijo que: a él ya no le hace falta acaparar espacio de los medios porque ya tiene “la mañanera” con la que se comunica casi dos horas diarias con la gente y que además gracias a las benditas redes sociales puede comunicarse a la hora que guste.
¡Ops! Creo que nadie le dijo que los presentes en esa ceremonia, precisamente luchan cada día por mantener vivos esos medios de comunicación que compiten todos los días con las benditas redes sociales.





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