lunes, 19 de junio de 2017

150 aniversario del fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo, Miguel Miramón y Tomás Mejía.

Ángel Rafael Martínez Alarcón

El 19 de junio del presente año 2017; se conmemoran los 150 años del fin del segundo imperio de México y como también de los fusilamientos del emperador Maximiliano de Habsburgo y los generales mexicanos Miguel Miramón y Tomás Mejìa. Fusilados en el Cerro de la Campaña en la Ciudad de Querétaro; el triunfo de la República.


La historiografía oficial de mexicana, impuesta por el Estado. Nos ha condenado a tener héroes y villanos; hombre malos y buenos. Como un dogma, la historia positiva mexicana, donde se repite la acontecimientos de nuestra devenir histórico, y apoyado por unas estampillas. El docente de la primaria con nula imaginación sólo repite los contenidos y muy pocos del salen del guion marcado por la Secretaría de Educación Pública, en estos últimos 90 años de existir. Así se ha condenado al periodo virreinal de 1535 -1823, como nuestra edad media; Agustín de Iturbide, Antonio López de Santa Anna, Maximiliano de Habsburgo y Porfirio Díaz, como los villanos más negativos que ha tenido nuestra historia patria, en un discurso muy pobre, si bien es cierto que no podemos negar los errores de estos hombres, tampoco ha sido justo reconocerlos por sus aportes que hicieron en su momento al proyecto de la nación mexicana. Lo malo que se repiten los discursos sin más análisis, como una verdad absoluta. Es lamentable que en los institutos de investigaciones históricas, donde los especialistas trabajan en la nueva historia de México, sus investigaciones sólo se queden entre un pequeño círculo de ilustrados, mientras los millones de mexicanos tengan que sufrir la repetición de un discurso trasnochado, y luego no faltan los aficionados de la historia junto con los necios lectores de la historia de bronce que también quieren imponer sus supuestas verdades, sin consultar los archivos. Los hombres somos muy polémicos, nadie es totalmente malo como bueno también entre luces y sombras nos vamos construyendo todos los hombres.

El primero de marzo de 1854, se abrió un largo camino de lucha entre conservadores y liberales, en mejor pretexto la dictadura del General xalapeño:

Antonio López de Santa Anna. También la proclamación de la Constitución de 1857, hizo que el enfrentamiento fuera más fuerte entre ambos ambos. La presidencia de de Ignacio Comonfort, que desconoce el texto constitucional. Llegando por ministerio de Ley a la Presidencia de la República a Benito Juárez, con sus leyes de reformas se iba consolidando el proyecto liberal. Sin olvidar que la jerarquía Católica apoyó al bando conservador. La moratoria de pagos del Gobierno de Juárez, provoca la intervención francesa de 1862. Un año más tarde un grupo de conservadores ofrecen a Napoleón III, el trono del segundo imperio mexicano. Finalmente se pusieron los ojos en el joven Maximiliano de Habsburgo, quien luego de una carrera diplomática, gobernador de Lombardía, no había más futuro de ser una sombra más de su hermano el hermano el Emperador José Francisco.

Uno de los grandes problemas que enfrenta el México independientes fue sin duda fue qué tipo de gobierno se requería para la recién formada nación, pues ya José María Morelos y Pavón, se pensó en un príncipe europeo para que nos gobierna; de ahí Agustín de Iturbide aprovechó para proclamarse como el primer emperador de México.

El ofrecimiento del segundo imperio mexicano, fue asunto de negociaciones entre la cortes austriaca y París, no fue tan difícil, logrando la aceptación del imperio mexicano, Maximiliano y Carlota, seguramente vieron la salida de la corte austriaca, y fundar la monarquía en México.

El 28 de mayo de 1864, arriba al Puerto de Veracruz, la pareja imperial, sin antes olvidar que hubo una maquinaria de propaganda con imágenes de los nuevos gobernantes del país. La familia real desde las primeros instantes vieron que las cosas no están bien; eran bien recibidos conforme se internaba en el `país se dieron cuenta que eran esperados ya desde Orizaba a la ciudad México.

Los tres años del segundo imperios de Maximiliano de Habsburgo, gobernó apoyado por liberales moderados, de ahí es necesario estudiar con profundidad este periodo. En el Archivo Histórico Municipal de Xalapa, en su fondo de México independiente encontramos el registro de la visita del Emperador Maximiliano de Habsburgo, fue muy bien recibido, dejando una dotación muy fuerte de dinero para el hospital civil.

La política liberal del emperador fue la principal causa que fuera perdiendo el apoyo de sus aliados naturales, como la iglesia, el partido conservador, y del Emperador Napoleón III. La emperatriz Carlota tuvo que retornar a Europa para solicitar los apoyos del Papado y del propio emperador francés, gestiones fueron nulas.

El fin del segundo imperio inicia el dos de abril de 1867, con la toma de la Ciudad de Puebla, bajo el mando del General Porfirio Díaz, para el 15 de mayo la rendición de la Plaza de Querétaro, y el final la condena de fusilamiento del emperador Maximiano de Habsburgo, y los generales Miguel Miramón, ex presidente de México y ex niño héroe en la defensa del Castillo de Chapultepec, el general Tomás Mejía.

El Instituto de las Revoluciones de México, en días pasados tuvo un foro sobre los juicios de Maximiliano, Miramón y Mejía, cfr.: https://youtu.be/fNcP6gEw4B0. Se tiene el testimonio: Sentencia de muerte dictada por el Consejo de Guerra.

Vista la orden del Ciudadano General en Jefe del día veinticuatro del pasado mayo para la instrucción de este proceso; la de veintiuno del mismo mes del Ministerio de la Guerra que se cita en la anterior, en virtud de las cuales han sido juzgados Fernando Maximiliano de Habsburgo, que se titula Emperador de México, y sus Generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, por delitos contra la Nación, el orden y la paz pública, el derecho de gentes y las garantías individuales; visto el proceso formado contra los expresados reos con todas las diligencias y constancias que contiene, de todo lo cual ha hecho relación al Consejo de Guerra el Fiscal Teniente Coronel de infantería C. Manuel Azpíroz; habiendo comparecido ante el Consejo de Guerra que presidió el Teniente Coronel de infantería permanente C. Rafael Platón Sánchez; todo bien examinado con la conclusión y dictamen de dicho Fiscal y defensas que por escrito y de palabra hicieron de dichos reos sus procuradores respectivos; el Consejo de guerra ha juzgado convencidos suficientemente, de los delitos contra la Nación, el derecho de gentes, el orden y la paz pública que especifican las fracciones primera, tercera, cuarta y quinta del artículo primero, quinta del artículo segundo y décima del artículo tercero de la ley de veinticinco de

enero de mil ochocientos sesenta y dos a Fernando Maximiliano; y de los delitos contra la Nación y el derecho de gentes que se expresan en las fracciones segunda, tercera, cuarta y quinta del artículo primero, y quinta del artículo segundo de la citada ley, a los reos Miguel Miramón y Tomás Mejía; con la circunstancia que en los tres concurre, de haber sido cogidos in fraganti en acción de guerra el día quince del próximo pasado mayo en esta plaza, cuyo caso es del artículo veintiocho de la referida ley; y por tanto condena con arreglo a ella a los expresados reos Fernando Maximiliano, Miguel Miramón y Tomás Mejía, a la pena capital, señalada para los delitos referidos.

Querétaro, junio catorce de mil ochocientos sesenta y siete.

R. Platón Sánchez.-Una rúbrica.

Ignacio Jurado.-Una rúbrica.

Emilio Lojero.-Una rúbrica.

José V. Ramírez.-Una rúbrica.

Juan Rueda y Auza.-Una rúbrica.

Lucas Villagrana.-Una rúbrica.

José C. Erástegui.-Una rúbrica.

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