lunes, 23 de octubre de 2017

En Cardel, la gente dice…

¡CRUZ ROJA PARA LLORAR!

FRANCISCO MEDINA PALMEROS

Para llorar de impotencia, coraje y lástima.

Se dice que se hacen los mejores esfuerzos por sacar adelante a la Delegación de la Cruz Roja Cardel-Ursulo Galván.

Pero casi no se nota, ni mucho menos se ve… aunque se enojen.

Lo que sí es notorio para todo mundo es cómo cada que hay accidentes (mortales por cierto), ambulancias de esta noble institución brillan por su ausencia.


Caen al suelo, asfalto o pavimento los lesionados, o en su defecto quedan atrapados entre los fierros retorcidos de choque de unidades automotores y ni ambulancias ni socorristas.

Pasan horas para que lleguen en auxilio los bomberos de Cardel y/o en su defecto la ambulancia del DIF Municipal de Puente Nacional que hacen sus mejores esfuerzos por salvarles la vida a los heridos, trasladándolos ya sea al IMSS o al Hospital Regional de Cardel.

Y varios de esos lesionados han muerto, como el motociclista de Rinconada del antepasado sábado que si hubiese sido atendido de manera rápida posiblemente la estuviera contando, pero la Cruz Roja de Cardel o una ambulancia de la misma nunca llegó.

Y este viernes pasado, igualmente, un señor octagenario fue atropellado en las cercanías de las vías del tren sobre calle Ferrer Guardia, y paramédicos de la Cruz Roja Cardel… ¡Bien gracias!

Hace poco hubo cambios de directivos en esa delegación y ahí la Delegada en Veracruz de dicha institución se enteró que ninguna de las ambulancias servía y ordenó que se vendieran como fierro viejo o chatarra y se buscaran mecanismos para completarse y adquirir una unidad automotor aunque sea de medio cachete para que brindara el servicio a la población en general, y nada… ¡Todo bien gracias!

Dejaré un recadito por aquí a la Delegada de la Cruz Roja en Veracruz, María de los Ángeles Villa de Rodríguez… “Respetable señora, mientras usted no entienda que no se debe politizar a la institución y continúe aferrada en poner aquí gente que utilizan tal institución como trampolín político, la misma seguirá en picada y no tardando ni mucho desaparecerá, que no le quepa la menor de las dudas”.

Urge que el mero chingón a nivel nacional de la Cruz Roja Mexicana voltee su mirada a Veracruz y hacia las delegaciones y vea cómo se encuentran las mismas, o como las tiene la delegada, Cardel-Ursulo Galván no es la excepción. Y por un lado o cambia la cabeza en Veracruz de dicha institución, o gestiona ante quien haya que hacerlo para ayudar a estas instituciones de salud de las que la señora justifica sus declives argumentando que las carencias se deben a que la gente no quiere ayudar o cooperar

con lo de las Colectas Anuales, amén de que alcaldes de las jurisdicciones donde prestan sus servicios igual se hacen como “Tío Lolo” porque ni para gasolina quieren apoyar.

En Cardel, la gente más que decir, asegura que independientemente de la crisis por la que atraviesa la Cruz Roja, lo que se requiere es de voluntad, de hartas ganas de trabajar, de ingenio, de entusiasmo y de amor tanto al prójimo como a la zona donde se prestan tales servicios ni siquiera a medias.

Que no se vale que si alguien requiere le suturen o cosan una herida, le cobren 100 pesos por punto, 35 pesos por inyección intramuscular, consulta médica $150.00 sin derecho a medicamentos; amén de que no hay servicio de emergencia.

O sea, queda estrictamente prohibido, sobre todo para quienes menos tienen, enfermarse, accidentarse o lesionarse para quienes viven en Cardel y su región. Si para su infortunio sobre viene la desgracia es casi un hecho que usted, yo o quien sea termine por morirse debido a lo que ya hemos narrado aquí.

¡Pésimo, nulo y carísimo el servicio de la Cruz Roja!

Los que están ahí sostienen que son cuotas de recuperación, y nadie podría alegar o refutar lo contrario siempre y cuando el servicio fuera por lo menos de regular para bueno, pero ni siquiera eso.

¿Y María de los Ángeles Villa de Rodríguez?

Dentro de 70 días tendremos nuevos gobiernos municipales, ojalá y la gestión de parte de quienes ahora comandan la Cruz Roja Cardel-Ursulo Galván sea incansable e incesante para que los nuevos cuerpos edilicios cooperen en lo que más puedan. Sin embargo, no solo son o deberían ser los ayuntamientos, ahí están los ingenios azucareros, la Central Nuclear Laguna Verde, el comercio organizado, los hoteleros y restauranteros, taxistas, las organizaciones cañeras y líneas de autotransporte diversas, pero vemos hasta hoy como duermen en sus laureles quienes ya deberían de andar tocando puertas, pareciera ser que se la llevan “relax”, de a muertito.

El MVZ Ignacio Ruiz García, mejor conocido como “Mincho”, les ha demostrado a todos quienes han hecho de la Cruz Roja de esta latitud un trampolín político, cómo es que se trabaja cuando se tiene vergüenza de verdad y se goza de un alto espíritu de servicio. Él nunca utilizó a la benemérita institución para lucimiento político personal, se dedicó a trabajar con ahínco y esmero y los resultados están a la vista de todos, se puede pavonear por todo Cardel y la región con su frente en lo alto porque además no robó ni siquiera un centavo partido por la mitad.

Antaño, quienes administraron a la Cruz Roja en estos lares no tenían ningún título académico, pero eso sí, un amor inimaginable al prójimo, a la humanidad, y lo hicieron perfectamente bien, con excelencia. Hoy, hoy por hoy, vemos que hasta se lucen colgando de la pared títulos hasta de maestrías, doctorados y un sinfín de cursos-talleres o diplomados y la verdad dan tristeza o lástima porque los resultados a favor de una sociedad en crecimiento son cada día más paupérrimos.

¡Pobre Cruz Roja!... ¡Pobre Cardel!

LA ÑAPA.- Despensas para damnificados por sismos, desviadas. Luego les cuento a detalle.

Y RECUERDEN: “El que no quiera ver visiones, que no salga de noche. Y al que le pique que se rasque; y al que le arda, que se sople. Escrito y publicado está”.

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