miércoles, 15 de noviembre de 2017

O P I N I O N

Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.

- Los partidos políticos, rebasados y obsoletos.

Ha iniciado el proceso electoral que posiblemente sea el más importante de este naciente siglo XXI para nuestro país. Las razones son varias, entre las que podemos señalar como de mayor importancia, el qué rompiendo con uno de los principales postulados de la Revolución Mexicana, el de “no reelección”, a partir del presente proceso se permita nuevamente en nuestra saqueada nación, esta práctica dentro de la vida política mexicana.


Práctica que consiste en que los desprestigiados diputados y senadores, que así lo deseen y su corrupto partido político se los permita, podrán tratar de buscar la reelección en el cargo que ocupan. Para lo cual, tendrán que cumplir con algunos requisitos que marca la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE), los que, son mucho menos difíciles de cumplir, es más no hay comparación, con los que se les exige a los mexicanos que tuvieron la osadía de aspirar a una candidatura independiente, ya sea para alcalde, legislador, gobernador o presidente.

Acción política que desde este momento para cómo se comportan los desprestigiados personajes que viven del erario público, resulta para el país y los mexicanos extremadamente peligrosa. Pues lamentablemente algunos de estos haciendo uso de todas las artimañas que se presentan dentro de la deteriorada vida política nacional, lograrán la reelección y no porque hayan llevado a cabo una labor en su trabajo que lo amerite.

Imagínese estimado lector, que supuestamente lograrán la reelección, legisladores tan desprestigiados como: Tarek Abdalá, Silva Ramos, Jorge Carballo, Erick Lagos y otros más que conocemos a nivel del congreso local. Cuál sería el futuro de esta entidad y de los que aquí vivimos. Seguramente peor de cómo ha sido la llamada “docena trágica”, pues al estar nuevamente

en los cargos y haber aprendido a hacer todo lo que ya conocemos, con la experiencia adquirida por estos desprestigiados personajes, seguramente perfeccionarían sus métodos y los resultados serían más graves.

Así pues, tenemos que estas acciones han hecho de la partidocracia que se vive en México, que las organizaciones políticas que la integran, gocen de un gran desprestigio. Pues es conocido que todas ellas a través de sus militantes han incurrido en una serie de graves delitos, principalmente cuando estos han llegado a ocupar cargos dentro de la administración pública de este país de relevancia.

Lo señalado no es nuevo para la opinión pública, pues lo hemos vivido y aún lo estamos viviendo, solamente qué de unos años a la fecha, apoyadas todas estas corruptelas por una gran impunidad, la que es solapada desde la cúpula del poder. Para muestra, el reciente caso Lozoya, que por el momento ha dado como resultado la renuncia del titular de la Fiscalía para Delitos Electorales (FEPADE), perteneciente a la Procuraduría General de la República (PGR). Y que aún no termina, pero que nos imaginamos como finalizará.

Es por todo lo anterior, que a partir del presente proceso electoral esta corriendo entre la sociedad civil el rumor de la aparición de organizaciones de ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil, que se formarán no para competir con los deteriorados partidos políticos, no. Lo harán para realmente trabajar en favor de los ciudadanos, sin pertenecer a partido alguno, pero que no serán organizaciones apolíticas, serán apartidistas, por la decepcionante experiencia que éstos han dejado.

Organizaciones que aceptarán a ciudadanos de cualquier nivel social, intelectual o inclinación política, pero que no participarán con los desprestigiados mal llamados institutos políticos. Es cuestión de tiempo que aquí en Veracruz las comenzaremos a sentir con su actual y a ver. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com (Fech. Púb. Míer. 15-noviembre-17)

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