Una de las razones por las que adoro esas fechas (aparte de ser mi cumpleaños :p) es ver cómo mi gente desarrolla su creatividad; las ofrendas son precisamente un tributo a nuestros difuntos, pero debe estar lleno de colores y olores que de alguna manera forman una atmosfera única de nuestro país.
En esta ocasión en la famosa plaza de Santo Domingo, se rindió homenaje a un gran artista mexicano, quien le dio su característico atuendo con su estola de plumas a LA CATRINA, que inmortalizara en su mural "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" que posa junto a su creador Guadalupe Posada.
Con una rodilla al suelo, en una hilera uno junto a otro, media docena de rescatistas pertenecientes a los ya muy conocidos TOPOS DE MEXICO; orando en silencio por sus compañeros caídos, ante la ofrenda que se luce con varios cascos color naranjas y con sus nombres escritos.
Han sido días difíciles, pero su labor nunca descansa...como la muerte.
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