Xalapa, Ver.- Al finalizar hoy su triste y corrupta administración de dos años, Miguel Ángel Yunes Linares anunció que este día por la madrugada, no acudirá a la entrega del poder a Cuitláhuac García y dijo que desea que le vaya bien a los gobiernos entrantes estatal y federal por bien de Veracruz y México.
En una breve rueda de prensa, Yunes Linares prefirió no responder si espera actos de represión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pese a la gruesa “Carpeta Azul” que el nuevo gobierno ya puso en manos de la PGR. Así con las denuncias existentes en la PGR y SEIDO.
No aclaró si se queda en el estado para preparar su defensa o saldrá del país como se rumora para irse a residir a Miami y desde allá estar listo para analizar por qué pese a que metió a muchos funcionarios corruptos a la cárcel y el mismo Javier Duarte está preso por sus amenazas contra Enrique Peña Nieto, no logró que los ciudadanos sufragaran por su primogénito para gobernador.
Asimismo, recordó que existe un decreto que establece que tanto el mandatario saliente y su familia, como el secretario de Gobierno, el secretario de Seguridad Pública y el Fiscal General, al dejar sus cargos, deben recibir seguridad del estado.
“Esa será una decisión del Gobierno entrante”, sostuvo Yunes Linares minutos antes de abandonar por última vez el Palacio Legislativo con cara triste y mirada baja pues él soñó con entregar la silla estatal a su primogénito Miguel Yunes Márquez.
El oriundo de Soledad de Doblado reconoció que nunca pudo conseguir la solicitud del Gobierno federal al Gobierno de Guatemala para procesar a Javier Duarte por desaparición forzada; ya que reconoció la FGE emitió fuera de los tiempos legales dicha solicitud en el expediente de extradición que mal integró el todavía Fiscal, Jorge Winckler Ortíz.
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