Por Rafael Arias Hernández.
A 573 días del final y del prometido rescate de Veracruz.
Por lo pronto, ya casi ha transcurrido la cuarta parte del periodo del mini gobierno, hasta hoy caracterizado por la alternancia de la redundancia.
Se sigue en el cambio sin cambiar. Lo necesario y urgente no se atiende lo suficiente y con efectividad.
Como se temía y teme, mucho de la situación empeora.; lo más preocupante es que, en consecuencia, crecen limitaciones y sacrificios de los veracruzanos, además de inseguridad y crisis de las finanzas públicas, aumentan hambre y pobreza, más informalidad y falta de empleos, y por si fuera poco, presentes devaluación e inflación, que disminuyen la capacidad de compra.
Veracruz se hunde, las fuentes oficiales hablan de (- 2.3 %) de crecimiento económico en 2016. Esto es conocido, como decrecimiento o recesión.
¿Por qué oficialmente no se ha informado, ni se toman medidas al respecto?
Eso sí, salvo excepciones, la política y los políticos a cargo ocupados en más de lo mismo; más, por la temporada de elecciones, que los mantienen en gran parte preocupados y dedicados a lo que más les importa: ganar, mantenerse en el poder, evadir o simular la necesaria evaluación social, escapar de la Justicia y disfrutar de los beneficios de complicidad e impunidad.
La insipiente democracia entra de lleno a las campañas electorales. En Veracruz, el circo se amplía a varias pistas, destacando las de los trapecistas partidistas, las fieras del presupuesto y los payasos de las declaraciones, que hacen reír o llorar, indignarse o lamentar. Claro está, que todo en gran parte, con cargo al presupuesto oficial, a los cuantiosos recursos públicos ilegalmente canalizados; o a cuenta, de los que se les entrega a los partidos, convertidos en su mayoría en simples franquicias, negocios familiares, de grupo o tribu; concesiones de entretenimiento o en simples membretes.
De lo que sucede, sobresale el hecho inocultable, que MORENA crece y se fortalece.
Razones sobran y abundan expresiones de apoyo. Aumentan justificadas protestas, fundamentadas inconformidades, denuncias y reclamos populares.
Algunos afectados y otros desorientados, no entienden, la magnitud del hartazgo y rechazo a más de lo mismo y de los mismos; ni aceptan, las expectativas políticas individuales y sociales, que se reorientan y concentran.
A pesar y en contra de escándalos prefabricados y manipulados, de burdos montajes y patrocinados escándalos, que la esperanza crece y se fortalece.
RECESIÓN Y ESTANCAMIENTO ECONOMICO.
Increíble, que en Veracruz, ante singular problemática, no se encuentren información oficial estatal accesible, actualizada y confiable; identificación y agrupación de los problemas, en diagnósticos actualizados; y definición pertinente de estrategias.
A estas alturas todavía no se determinan y mucho menos se hace del conocimiento público, los alcances, formas y tamaño del daño causado. La opacidad se extiende y afecta, tanto alternancia como desarrollo mismo.
Siguen pendientes importantes temas, e ineludibles compromisos ante la ley y la sociedad. ¿Y los miles de millones de pesos desaparecidos? ¿Cuál es el total-total de la deuda pública estatal?
¿Qué pasa con el presupuesto estatal pospuesto?
Extraña sobremanera, que habiendo sido ampliamente difundido, desde el pasado mes de abril, el tema del crecimiento de la Economía de Veracruz, no sea abordado todavía con la importancia que merece, por los encargados de las finanzas y la economía del gobierno estatal. ¿El conocimiento público de condiciones y situación de la realidad importa, o se debe seguir con sensacionalismo, escándalos y distractores? ¿Qué la recesión o contracción de la Economía no es importante?
Por lo pronto, la evolución en el 2016 no es positiva. Trimestre por trimestre, la variación física refleja las consecuencias de una pésima atención gubernamental del problema y alerta sobre su agravamiento.
Así lo indica la última información, de la evolución del indicador trimestral de la actividad económica estatal (ITAE) del INEGI. Siendo negativa para Veracruz, en 2016: de (- 2.3%).
Y por trimestre de:
I.-Marzo. 0.1%
II.-Junio. (-4.3%)
III-Septiembre. (-3.4%)
IV.-Diciembre. (-1.8%)
Las preguntas se multiplican y alcanzan otros temas relacionados.
¿Qué los responsables oficiales, no están enterados de la otra grave recesión que se padece en el sector industrial? ¿Importa, la inocultable pérdida de empleos formales?
Sólo como breve referencia, hay que mencionar que la actividad industrial en Veracruz, ha tenido caídas significativas en los últimos años.
En promedio 10 de los 12 meses de 2014, 2015 y 2016, no hubo crecimiento industrial, sino decrecimiento.
Recesión o contracción, misma que como ejemplos, ha alcanzado hasta (-15.8%), (-13.7%), (-9.4%), y (-10.7%) en mayo, junio, y septiembre de 2016, respectivamente.
Esto y más inevitablemente lleva a preguntar: ¿los del gobierno de la alternancia, están siendo capaces de enfrentar y resolver los apremiantes problemas de Veracruz? ¿O solo posponen, mantienen y administran las desgracias? ¿Hay que prepararse para un desastre mayor?
Temas que, sin duda, deben discutirse públicamente y con gran participación social.
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH
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