+Dan último adiós a 2 policías municipales de Orizaba que fallecieron durante el operativo
Xalapa, Ver. El director y subdirector del penal de La Toma, Veracruz, fueron detenidos y acusados formalmente del delito de homicidio calificado por el operativo fallido y motín que se registró en el centro penitenciario, que dejaron un saldo de ocho muertos, incluidos seis policías.
Un Juez de Control legalizó la detención del ex director, Valentín “N”, y del subdirector, Ángel Daniel “N”, a quienes la Fiscalía General del Estado responsabiliza —según la carpeta de investigación 886/2018— del operativo fallido para sacar a cuatro reos de alta peligrosidad que derivó en el motín.
Con un fuerte operativo de seguridad fueron presentados ante el juez que legalizó la detención. Los ahora ex servidores públicos quedaron recluidos en el penal de La Toma.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz (CEDHV) informó ayer que cuando los visitadores que envió ingresaron al penal de La Toma, tras los hechos de violencia, encontraron a 70 reos heridos en la enfermería.
La presidenta del organismo, Namiko Matzumoto Benítez, indicó que hasta el momento tiene 10 quejas en proceso de integración que presentaron internos del penal por probable maltrato de las autoridades penitenciarias.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (UNODC) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenaron los hechos registrados en La Toma y urgieron a las autoridades a que “desarrollen una investigación exhaustiva, independiente e imparcial que permita el juzgamiento y sanción de los responsables, además de garantizar que no se repitan este tipo de hechos”.
El lunes pasado, Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz, atribuyó a “filtraciones” de funcionarios el fracaso del operativo para sacar de la prisión a cuatro reos de alta peligrosidad y calificó de “desleales” a quienes alertaron a los reos.
Despiden a agentes. La región central de Veracruz sigue sin reponerse de la tragedia del operativo fallido en el penal de La Toma y que derivó en un motín.
Los dos agentes municipales de Orizaba fueron despedidos ayer en medio de un gran pesar no sólo de sus familiares, sino de una población incrédula que no se explica la razón por la que fueron enviados a un operativo de alto riesgo.
“Era un hermano con el que conviví mucho, lo amaba mucho y tuvimos siempre buena comunicación”, dice Aarón Yopihua Yopihua, ex integrante de la policía municipal. El oficial caído deja a su esposa con tres hijos y sin seguro de vida.
En el norte del estado también fue despedido Eleazar Hernández Cortés, de la policía estatal, de tan sólo 22 años y con un año de haber ingresado a la corporación.
El agente deja en su natal Papantla a una esposa embarazada. Se fue sin que lo despidiera algún alto mando de la Secretaría de Seguridad. En la iglesia Nuestra Señora de la Asunción se ofició una misa de cuerpo presente y se le dio el último adiós en el panteón del municipio
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