Por: Mtra. Salma Mújica Zavala
EL PRI y su candidato oficial están en la peor racha de la contienda desde
que fue destapado el presidenciable emanado de los Pinos : José Antonio
Meade. Ninguna casa encuestadora lo visualiza con posibilidad alguna de
reivindicar el camino y alcanzar el triunfo en julio.
Las estrategias de la guarida peñanietista han fallado una tras otra, tal es el
caso que para el inicio de campaña el único cambio de velocidad del partido
en el poder ha sido a la inversa pues ha perdido dos o tres puntos adicionales
en las encuestas.
El grupo en el poder visualiza la cuenta regresiva sin saber qué otra cosa
hacer para asegurar un segundo lugar a Meade en primer término para
apresurar el paso y alcanzar al precio que sea a Andrés Manuel López
Obrador el que no han podido despojar del primer lugar.
Pese a todo el confort que representa tener al sistema de su lado, algo que
en el búnker de Meade no pueden evitar es la desesperación. Por ahora, todo
está dispuesto para ganarla en la mesa librando una pelea titánica antes de
darse por derrotados, con una arrebate similar al que fue visto en el Estado
de México.
No le tienen miedo a Anaya, el temor es por los seguidores de AMLO y el
peligro que esta ola de votos representará, por lo que las infamias han
comenzado a escalar hasta alcanzar cuotas que no habíamos visto desde
hace décadas, como es la manipulación vil de las instituciones para favorecer
el proceso.
Meade con el respaldo del presidente Peña quieren 20 puntos y los
conseguirán a costillas del Bronco que sea, lo cual solo podrán conseguir
destruir aún más a la figura de Anaya con todos los recursos disponibles a su
alcance y con ello hacer aparente que la batalla es entre dos, para luego ir
tras los indecisos que estén del lado de AMLO.
Para esto ya hay un responsable de tan complicada tarea, se trata del ex
priista Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, que se une a una batalla que
sabe perdida pero se dispone a pegarle a una población que Margarita Zavala
no le ha podido llegar donde por su lado ha hecho bien su chamba con los
panistas resentidos.
Que están asustados, si, la pregunta que todo el país se hace es ¿ Dejarán
ganar a López Obrador ? pues aunque el triunfo lo tiene en las manos el
mundo entero sabe que tan sucio es el juego en las elecciones de nuestro
país, por lo que se puede esperar lo que sea. Desde ahí parte la corrupción
en la que se encuentra hundido el sistema de gobierno y la falta de confianza
de la gente en las instituciones y en los políticos en general.
Mientras tanto la batalla se libra en dos trincheras, el Sistema y el brazo
izquierdista que abandera López Obrador con Morena y sus aliados.
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