Columna 33
Por Carlos Lucio Acosta
VERACRUZ (EUM).- En México se cometen anualmente once millones 810 mil 377 delitos, de los cuales un millón 403 mil 425 se denuncian ante el ministerio público, el cual consigna únicamente 248 mil 613 ante un juez, de los que obtienen sentencia condenatoria 190 mil 059.
Estos datos documentan que el 98 por ciento de los delitos cometidos quedan impunes y las cifras convierten al país en uno de los mejores campeones mundiales en materia de impunidad y criminalidad.
El resumen anterior forma parte sustancial de la tercera edición de la obra denominada “Seguridad y Justicia”, publicada en la Ciudad de México en el mes de marzo de 2009.
El autor definió hace diez años en lenguaje sencillo “…el grado de corrupción, impunidad, ineficiencia, inseguridad e injusticia que prevalece en el país”, en solo 43 puntos.
El doctor Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República (FGR), cuestiona con la severidad del conocimiento y la certeza de la experiencia, “…el ejercicio del poder público y el entredicho sistema de justicia en México”, componentes lastimados por la ambición y la corrupción política institucionalizada
por personas y grupos de las mismas, enquistados en los engranajes administrativos y electorales del turbio poder sexenal.
El diagnóstico de Gertz Manero solo ha cambiado de forma, en el fondo continúa la vieja práctica de la violencia, la impunidad y corrupción, ante la indiferencia d autoridades y el enojo de la ciudadanía afectada.
No se duda de la capacidad jurídica, de la experiencia del abogado, del reconocido académico, del respetado escritor y del legislador de amplios horizontes de propuestas, para erradicar de raíz la impunidad en los tres niveles de la administración pública.
Peri si de honestidad se trata, una cosa es hablar de la esfera de gobierno y otra muy distinta, elevar la crítica dentro de la entraña del mismo.
El Manero del 2009 no es igual al Manero del 2019. Las personas, las constancias y circunstancias, cambian. Guste o no guste, así es la condición humana.
El Gertz Manero de hoy es el Fiscal General de la República (FGR). Uno de los principales colaboradores del inestable presidente Andrés Manuel López Obrador.
No es de los funcionarios públicos que se dobla en la primera embestida, entiende a la perfección la escala de los valores en el juego político y de los pesos y contrapesos, del estira y del encoge.
El autoritarismo presidencial es notorio.
En el caso de la secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles Berlanga, salió a la luz que el juez de la causa, Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, es tío de la diputada federal Dolores Padierna, esposa de René Bejarano, entonces diputado federal del PRD.
El impugnado juez ordenó “prisión preventiva” de dos meses para Rosario, cuando el delito de “omisión” en un cargo público, si lo ameritaba, en caso de aprobarse, el desvío de cinco mil 073 millones de pesos del erario público, delito que fue la base de la denuncia de la Fiscalía General de la República.
De uenas a primeras, el presidente López Obrador saltó a la palestra y declaró que Rosario era “un chivo expiatorio” (Luis
Gutiérrez Rodríguez/En el llano/Justicia Contaminada/www.elciudadano.org.mx/09.2019).
La magistrada que desechó el recurso de inconstitucionalidad que interpusieron 17 diputados locales de Veracruz por la remoción ilegal de Jorge Winckler como fiscal del estado, fue Yazmín Esquivel Mossa, esposa del empresario José María Rioboó, uno de los más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador (Oved Contreras/Secas Mecas/Apareció el peine/Notiver 01.10.2019).
Y la última de la tarde.
La detención y luego liberación del hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, puso en evidencia la capacidad operativa de las fuerzas armadas del país.
El secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPPC), Alfonso Durazo Montaño dijo que tomaron la decisión de retirarse de la casa donde tenían detenido al presunto narco Ovidio “El Ratón” Guzmán López, para tratar de evitar más violencia en la zona, preservar la vida de nuestro personal y recuperar la calma en la ciudad (Diario AZ/18.10.2019).
Este tipo de acciones no se hacen sin la autorización presidencial al pie de la letra.
El comandante supremo de las fuerzas armadas del país no quedó bien parado ni adentro ni afuera.
La duda continúa.
¿A qué arreglos llegó el presidente López Obrador en los casos Robles Berlanga, en el de Winckler Ortíz y en el de Guzmán López?.
El 98 por ciento de los delitos cometidos quedan impunes, escribió Alejandro Gertz Manero en una parte de su obra “Seguridad y Justicia”, publicada en el 2009. Estos tres casos ¿serán unos de ellos?
Sólo para tus ojos . . .
Uno, ¿quién ordenó elaborar lista de comunicadores críticos al gobierno de Veracruz? Dos, ¿quién dio instrucciones de intervenir teléfonos fijos y móviles, correos electrónicos y redes sociales de periodistas?
carlos.lucioacosta@rocketmail.com
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