Javier Duarte: el cómplice que lo puede hundir
* Perdió la sonrisa al llegar a México * Quiere enfrentar a Alfonso Ortega * El contador del gang creó las empresas de papel * E implicó a Karime * La fiscal de hierro, a prueba * Subalternos en caso de robo de menor * Descuartizado en Coatza * El H y los Chagra: hacia la extinción de dominio
MUSSIO CARDENAS ARELLANO
Publicadada en mussiocardenas.com
18 de julio de 2017
De todos sus cómplices, al que más teme Javier Duarte es Alfonso Ortega, testaferro que abría y cerraba cuentas, creaba empresas de papel, invertía en bienes y propiedades —hasta en el yate Aquariva Súper— y que implicó a Karime Macías en el saqueo a Veracruz.
Alfonso Ortega, sabe Javier Duarte, es la clave del caso, la llave que abre la reja o que lo refunde en prisión hasta que su vejez lo alcance.
Alfonso Ortega, pide el ex gobernador de Veracruz, debe comparecer en la audiencia del sábado 22, en un último esfuerzo para evitar que se le vincule a prisión. Sabe que si derrumba la imputación, quedará en libertad.
Concluido el trámite de extradición, fue remitido por el gobierno de Guatemala este lunes 17. Llegó horas después a la Ciudad de México, trasladado al Reclusorio Norte y enfrentado a su primera audiencia ante el juez, que al final le decretó prisión preventiva de dos años.
Adusto el gesto, con seriedad de funeral, Javier Duarte ya no muestra la sonrisa y la burla en los labios. No saluda a los medios ni departe con los periodistas. Dejó el show atrás, el tono soberbio al hablar.
No teme a Moisés Mansur, ni a José Juan Janeiro, ni a José Bandín, ni a Tarek Abdalá, ni a sus secretarios de Finanzas y Planeación. Le teme a Ortega por lo que ya habló ante la Procuraduría General de la República y lo que pudiera terminar de cantar.
Ortega, ante la PGR, fue letal. Ahí reveló la “extracción” de dinero público. Ahí, la creación de empresas de papel. Ahí, la saturación de dinero en efectivo hasta que las tuberías financieras terminaron por reventar. Ahí, la mano siniestra de Karime Macías Tubilla, decidiendo qué empresas fortalecer, qué acciones pasar a su nombre, qué inversiones aumentar, qué negocios esfumar.
Lo que diga Alfonso Ortega de Karime Macías —sabe Javier Duarte—, es la muerte.
De todos los testigos en contra, al que Javier Duarte quiere frente a él es a Alfonso Ortega, implicado en compra de terrenos ejidales en Campeche, en firmas que adquirían bienes, entre ellos el yate Aquariva Super, a la “altura de su investidura”, pregonaba el locuaz ex gobernador, en el que surcó las aguas del Papaloapan; los fraccionamientos inmobiliarios en Miami, Florida, Estados Unidos, comprando a precio de remate casas y condominios.
Sus palabras ante la PGR, sabe Javier Duarte, son ácido en el juicio que lo mantiene en prisión, usando una red de prestanombres que incluye familiares, amigos, subalternos y hasta personas que ignoraban que su identidad fue robada para consumar el atraco a Veracruz.
Entre las 19 pruebas usadas por la PGR para lograr la extradición a México y someterlo a juicio, reveladas el 4 de julio, sustentadas en testimonios de allegados a Javier Duarte, destacan las de Janeiro, Mansur, el ex secretario de Seguridad Pública, el falso general Arturo Bermúdez Zurita, y Alfonso Ortega.
En las pruebas 5 y 6 se establece lo siguiente:
“Prueba 5: Entrevista escrita y en audio con Alfonso Ortega López, ex colaborador de Duarte. Según el fiscal, esta conversación fue el 12 de octubre de 2016 y en ella Ortega habló del uso de recursos públicos con fines privados, así como de su desvío y ocultamiento.
“Prueba 6: Entrevista ministerial con Ortega, el 12 de diciembre de 2016, en la que refirió la constitución de empresas fachada para las operaciones ilícitas".
En las pruebas de la 11 a la 18 se vuelve a sustentar el rol que jugó Ortega para saquear y blanquear los dineros robados a Veracruz:
“Prueba 11: Escritura pública de la compraventa realizada entre Ortega y la empresa Terra Urbanizaciones y Desarrollos Inmobiliarios. En esa operación —en la que Ortega fungió como vendedor—, estuvieron involucradas cuatro parcelas del ejido Lerma, en Campeche.
“Según la fiscalía guatemalteca, con este documento se acredita que Duarte encabezó una red para apropiarse de bienes de manera ilegal. Al respecto, él aseguró este martes que eso es falso y que no es ni ha sido ejidatario.
“Prueba 12: Documentación sobre la venta de un yate, de la empresa Ferretti a la empresa Alpargata, cuyo propietario es Ortega.
“Prueba 13: Escritura pública de la constitución de la empresa Roor, cuyos únicos socios son Ortega y Mario Rosales Mora.
“Prueba 14: Escritura pública de la operación de compraventa a través de la cual Roor compró una propiedad en la calle de Sierra Fría, en Lomas de Chapultepec. Según el fiscal, este documento respalda lo dicho por Ortega en entrevistas con autoridades.
“Prueba 15: Contratos de compraventa de cuatro departamentos en la zona turística de Ixtapa Zihuatanejo, en Guerrero, adquiridos entre 2010 y 2012 y cuyos dueños son Mansur, Ortega y Janeiro.
"Se acredita la compra de estos inmuebles por instrucción del señor Javier Duarte y las negociaciones realizadas por Moisés Mansur.
“Prueba 16: Documentación relacionada con la adquisición de las 21 parcelas del ejido Lerma: cuatro por Ortega, tres por Janeiro, nueve por Mansur y cinco por Rafael Gerardo Rosas.
"(Con esto) se acredita un complejo cúmulo de estrategias operativas que permitió a las personas involucradas por órdenes de Javier Duarte la consecución de su objetivo, que fue la introducción de dinero a instrumentos financieros, aparentando que eran producto de una actividad comercial lícita", dijo el fiscal Galdámez.
“Prueba 17: Estados de cuenta de pagos con motivo de la compraventa de las 21 parcelas, que respaldan la transferencia de dinero y que fueron analizados por peritos contables de la PGR.
“Prueba 18: Dictamen de contabilidad emitido por los peritos de la PGR Jorge Moreno y Gonzalo Pedraza, quienes dieron cuenta de los flujos de dinero por la compraventa de las parcelas, a través de operaciones bancarias realizadas por Consorcio Brades a favor de Mansur, así como de operaciones bancarias de Terra a favor de Ortega”.
Otras referencias, extraídas de su declaración a la PGR las hizo públicas el diario Reforma en 2016:
“Como parte del blanqueo de 253 millones de pesos, realizado por el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, también adquirió tiempos compartidos en el Hotel St. Regis, en Nueva York, con un costo de más de millón y medio de dólares, declaró su prestanombres y abogado fiscal, Alfonso Ortega.
“El periódico Reforma publicó que en su declaración el abogado fiscal llevó a cabo la adquisición de los tiempos compartidos e hizo el pago al hotel, a través de una serie de operaciones realizadas desde el año 2011. Esta figura de ‘tiempos compartidos’ permite al propietario pasar 28 noches al año en el Hotel ST. Regis.
“Javier Duarte ordenó a Alfonso Ortega constituir la sociedad incorporada Siamese Twins Inc. en Estados Unidos para adquirir unidades en propiedad fraccional del exclusivo hotel neoyorkino.
“El periódico Reforma refiere que a través de Siamese Twins Inc., y de sus testaferros, Javier Duarte compró las unidades de tiempos compartidos 1135-34 y 1135-31, en 410 mil dólares cada una, además de la unidad 935-24, en 400 mil dólares.
“En su declaración ante la PGR, Alfonso Ortega menciona que están involucrados los abogados Nader Ahari y José Juan Janeiro, éste último es señalado por las autoridades como operador financiero de Javier Duarte y fue quien hizo el depósito en dólares al hotel.
“La PGR en su investigación refiere que los datos aportados por Alfonso Ortega coinciden con una adquisición que aparece en la página electrónica de la Oficina del Registro Público del Departamento de Finanzas de Nueva York.
Le siguió el diario La Jornada. En ella Ortega implica a Karime Macías:
“Alfonso Ortega declaró que en diciembre del año 2012 la esposa del ex gobernador, Karime Macías Tubilla, le ordenó endosar en blanco las acciones de todas las empresas que abrió en Estados Unidos para adquirir inmuebles, tiempos compartidos y todo tipo de bienes, incluidas las de la compañía con que compró la lancha Aquariva Super de 790 mil dólares (casi 10 millones de pesos).
“Ante la PGR, el prestanombres dijo que esta instrucción se la dio Karime Macías cuando acudieron a un viaje de vacaciones a Aspen, Colorado, donde acompañó a la familia y se hospedaron en el St. Regis Aspen Resort. Ahí Karime Macías le dijo a Alfonso Ortega que ellos ‘querían resguardar sus inversiones y mantenerlas a salvo, señala el diario Reforma.
“El abogado fiscal del gobernador, señaló en su declaración ante la PGR que en el año 2008 Javier Duarte ocupó la crisis inmobiliaria de Estados Unidos para comprar remates de bienes valuados con un costo de entre 80 y 120 mil dólares, localizados en Miami, Florida.
“Esto ocurrió porque en Estados Unidos se originó una crisis y el sector inmobiliario puso ofertas de bienes y las Cortes subastaban casas para recuperar préstamos y créditos hipotecarios, por lo que las adquirieron para después ponerlas a la renta”.
Sabe Javier Duarte que Alfonso Ortega es la clave del caso. Si en la audiencia del sábado 22 no diluye la acusación, estará perdido.
Por las manos de Alfonso Ortega pasaron miles de millones, lo robado a las arcas públicas, y de ahí al blanqueo, atestando las tuberías financieras, comprando bienes, vendiéndolos, volviendo a comprar, las veces que fuera para camuflar su origen ilegal.
Ni Mansur, ni Janeiro, ni Bandín, ni Rosas Bocardo, el de los terrenos de Campeche, ni doña Cecilia de Ochoa, madre del ex gobernador, ni sus hermanos, ni los Macías, los Tubilla, nadie operó tan a fondo en la red de corrupción de Javier Duarte como Alfonso Ortega, el abogado fiscalista que un día, sin más, sintió la amenaza por pretender abrirse.
Su silencio es oro. Su vida —o su muerte—, una solución drástica.
Ortega es el cómplice que lo puede hundir.
Archivo muerto
Fiscal de hierro, le llaman, y tiene al enemigo en casa. Carmen Vives Noceda, nueva fiscal regional, relevo del cuate de los zetas, Ricardo Morales Carrasco, hoy investigado por dispensar la autopsia del “Berna”, lugarteniente del H, alias Hernán Martínez Zavaleta, cuenta con fiscales que retienen un menor de edad, se los arrebata a su padre y con maniobras, usando las instalaciones de la Fiscalía Regional en Coatzacoalcos, consuman su fechoría. Los acusa Mahiro Martínez de la Cruz, quien revela que su esposa Roberta Vázquez lo dejó por un amorío con un empleado de la Fiscalía, de nombre Martín Hernández. Acusa a la fiscal para delitos contra la violencia familiar, María Elena Callejas Alarcón, de prestarse al juego. Semana a otra fiscal, Emilia Hernández, de intimidación y amenazas. Mahiro Martínez de la Cruz asegura tener la custodia del menor, otorgada por un juez. Vaya recibimiento para la fiscal de hierro, Carmen Vives, que tendrá que demostrar que el hecho existe y que el tráfico de influencias se paga con cárcel… Una masa humana —el torso acá, las piernas allá, los brazos, más allá— detonan el horror. Son pedazos, son fragmentos, los despojos de alguien que terminó su vida mal. A eso de las 4 de la mañana, este lunes 17, se realiza el hallazgo. Minutos antes, casi a las puertas del mercado Plaza del Sol, nadie imagina lo que habría de ocurrir. Yacen sobre la banqueta, a pie de calle, superando cualquier otro escándalo advertido hasta hoy, sólo igual al de la mujer encontrada en la avenida General Anaya hace ya muchos ayeres, obra del Chanquilón y La Manola, a quienes los asesinos les encargaron destazar el cuerpo. Algo tiene esa calle, la Constitución. En ella fue ejecutado el abogado Rodolfo Zapata Carrillo, crítico del caos duartista en materia de seguridad, ultimado hace casi dos años un par de cuadras abajo. Y por algo será, pues el Mando Único Policial se encuentra otras dos calles después. Hoy, el horror vuelve, implícito el mensaje, horas después que el gobernador Miguel Ángel Yunes encabezara la reunión semanal del Grupo de Coordinación Veracruz, revelando avances y retrocesos ante el fenómeno de violencia, inseguridad extrema, sacudimientos del crimen organizado que lleva dos líderes menos, El Quino, un auténtico carnicero con obsesión por mutilar cuerpos, y el H, que con frialdad siniestra ordena el crimen de cuatro menor de edad… En breve, más del caso H y los hermanos Chagra, el proceso legal para evitar que a los bienes de los políticos fidelistas le apliquen la Ley de Extinción de Dominio; la ausencia por conveniencia con algo de presencia en Juriquilla, Querétaro, el Puebla y en la Ciudad de México; la riqueza de Hernán Martínez Zavaleta, zeta mayor en el sur de Veracruz y Tabasco, y las inversiones recientes del H y los Chagra, contrastando con sus ingresos comprobables, y ya no uno sino varios notarios que dieron fe de supuestas operaciones de compra-venta, algunos bienes arrebatados a sus legítimos dueños. Y ese marcadísimo interés del regidor José Antonio Chagra Nacif ante el cabildo de Coatzacoalcos por regularizar lo que queda de las áreas verdes de la colonia Petrolera, sobre el canal colindante con la colonia Puerto México. Uno de los predios, cercado, el mayor en extensión, aún muestra un letrero que indica que es área verde municipal. ¿Quién le echó el ojo al terreno?…
mussioc2@gmail.com
mussiocardenas_arellano@hotmail.com
www.mussiocardenas.com
https://mussiocardenas.com/informe-rojo/114587/javier-duarte-el-complice-que-lo-puede-hundir
* Perdió la sonrisa al llegar a México * Quiere enfrentar a Alfonso Ortega * El contador del gang creó las empresas de papel * E implicó a Karime * La fiscal de hierro, a prueba * Subalternos en caso de robo de menor * Descuartizado en Coatza * El H y los Chagra: hacia la extinción de dominio
MUSSIO CARDENAS ARELLANO
Publicadada en mussiocardenas.com
18 de julio de 2017
De todos sus cómplices, al que más teme Javier Duarte es Alfonso Ortega, testaferro que abría y cerraba cuentas, creaba empresas de papel, invertía en bienes y propiedades —hasta en el yate Aquariva Súper— y que implicó a Karime Macías en el saqueo a Veracruz.
Alfonso Ortega, sabe Javier Duarte, es la clave del caso, la llave que abre la reja o que lo refunde en prisión hasta que su vejez lo alcance.
Alfonso Ortega, pide el ex gobernador de Veracruz, debe comparecer en la audiencia del sábado 22, en un último esfuerzo para evitar que se le vincule a prisión. Sabe que si derrumba la imputación, quedará en libertad.
Concluido el trámite de extradición, fue remitido por el gobierno de Guatemala este lunes 17. Llegó horas después a la Ciudad de México, trasladado al Reclusorio Norte y enfrentado a su primera audiencia ante el juez, que al final le decretó prisión preventiva de dos años.
Adusto el gesto, con seriedad de funeral, Javier Duarte ya no muestra la sonrisa y la burla en los labios. No saluda a los medios ni departe con los periodistas. Dejó el show atrás, el tono soberbio al hablar.
No teme a Moisés Mansur, ni a José Juan Janeiro, ni a José Bandín, ni a Tarek Abdalá, ni a sus secretarios de Finanzas y Planeación. Le teme a Ortega por lo que ya habló ante la Procuraduría General de la República y lo que pudiera terminar de cantar.
Ortega, ante la PGR, fue letal. Ahí reveló la “extracción” de dinero público. Ahí, la creación de empresas de papel. Ahí, la saturación de dinero en efectivo hasta que las tuberías financieras terminaron por reventar. Ahí, la mano siniestra de Karime Macías Tubilla, decidiendo qué empresas fortalecer, qué acciones pasar a su nombre, qué inversiones aumentar, qué negocios esfumar.
Lo que diga Alfonso Ortega de Karime Macías —sabe Javier Duarte—, es la muerte.
De todos los testigos en contra, al que Javier Duarte quiere frente a él es a Alfonso Ortega, implicado en compra de terrenos ejidales en Campeche, en firmas que adquirían bienes, entre ellos el yate Aquariva Super, a la “altura de su investidura”, pregonaba el locuaz ex gobernador, en el que surcó las aguas del Papaloapan; los fraccionamientos inmobiliarios en Miami, Florida, Estados Unidos, comprando a precio de remate casas y condominios.
Sus palabras ante la PGR, sabe Javier Duarte, son ácido en el juicio que lo mantiene en prisión, usando una red de prestanombres que incluye familiares, amigos, subalternos y hasta personas que ignoraban que su identidad fue robada para consumar el atraco a Veracruz.
Entre las 19 pruebas usadas por la PGR para lograr la extradición a México y someterlo a juicio, reveladas el 4 de julio, sustentadas en testimonios de allegados a Javier Duarte, destacan las de Janeiro, Mansur, el ex secretario de Seguridad Pública, el falso general Arturo Bermúdez Zurita, y Alfonso Ortega.
En las pruebas 5 y 6 se establece lo siguiente:
“Prueba 5: Entrevista escrita y en audio con Alfonso Ortega López, ex colaborador de Duarte. Según el fiscal, esta conversación fue el 12 de octubre de 2016 y en ella Ortega habló del uso de recursos públicos con fines privados, así como de su desvío y ocultamiento.
“Prueba 6: Entrevista ministerial con Ortega, el 12 de diciembre de 2016, en la que refirió la constitución de empresas fachada para las operaciones ilícitas".
En las pruebas de la 11 a la 18 se vuelve a sustentar el rol que jugó Ortega para saquear y blanquear los dineros robados a Veracruz:
“Prueba 11: Escritura pública de la compraventa realizada entre Ortega y la empresa Terra Urbanizaciones y Desarrollos Inmobiliarios. En esa operación —en la que Ortega fungió como vendedor—, estuvieron involucradas cuatro parcelas del ejido Lerma, en Campeche.
“Según la fiscalía guatemalteca, con este documento se acredita que Duarte encabezó una red para apropiarse de bienes de manera ilegal. Al respecto, él aseguró este martes que eso es falso y que no es ni ha sido ejidatario.
“Prueba 12: Documentación sobre la venta de un yate, de la empresa Ferretti a la empresa Alpargata, cuyo propietario es Ortega.
“Prueba 13: Escritura pública de la constitución de la empresa Roor, cuyos únicos socios son Ortega y Mario Rosales Mora.
“Prueba 14: Escritura pública de la operación de compraventa a través de la cual Roor compró una propiedad en la calle de Sierra Fría, en Lomas de Chapultepec. Según el fiscal, este documento respalda lo dicho por Ortega en entrevistas con autoridades.
“Prueba 15: Contratos de compraventa de cuatro departamentos en la zona turística de Ixtapa Zihuatanejo, en Guerrero, adquiridos entre 2010 y 2012 y cuyos dueños son Mansur, Ortega y Janeiro.
"Se acredita la compra de estos inmuebles por instrucción del señor Javier Duarte y las negociaciones realizadas por Moisés Mansur.
“Prueba 16: Documentación relacionada con la adquisición de las 21 parcelas del ejido Lerma: cuatro por Ortega, tres por Janeiro, nueve por Mansur y cinco por Rafael Gerardo Rosas.
"(Con esto) se acredita un complejo cúmulo de estrategias operativas que permitió a las personas involucradas por órdenes de Javier Duarte la consecución de su objetivo, que fue la introducción de dinero a instrumentos financieros, aparentando que eran producto de una actividad comercial lícita", dijo el fiscal Galdámez.
“Prueba 17: Estados de cuenta de pagos con motivo de la compraventa de las 21 parcelas, que respaldan la transferencia de dinero y que fueron analizados por peritos contables de la PGR.
“Prueba 18: Dictamen de contabilidad emitido por los peritos de la PGR Jorge Moreno y Gonzalo Pedraza, quienes dieron cuenta de los flujos de dinero por la compraventa de las parcelas, a través de operaciones bancarias realizadas por Consorcio Brades a favor de Mansur, así como de operaciones bancarias de Terra a favor de Ortega”.
Otras referencias, extraídas de su declaración a la PGR las hizo públicas el diario Reforma en 2016:
“Como parte del blanqueo de 253 millones de pesos, realizado por el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, también adquirió tiempos compartidos en el Hotel St. Regis, en Nueva York, con un costo de más de millón y medio de dólares, declaró su prestanombres y abogado fiscal, Alfonso Ortega.
“El periódico Reforma publicó que en su declaración el abogado fiscal llevó a cabo la adquisición de los tiempos compartidos e hizo el pago al hotel, a través de una serie de operaciones realizadas desde el año 2011. Esta figura de ‘tiempos compartidos’ permite al propietario pasar 28 noches al año en el Hotel ST. Regis.
“Javier Duarte ordenó a Alfonso Ortega constituir la sociedad incorporada Siamese Twins Inc. en Estados Unidos para adquirir unidades en propiedad fraccional del exclusivo hotel neoyorkino.
“El periódico Reforma refiere que a través de Siamese Twins Inc., y de sus testaferros, Javier Duarte compró las unidades de tiempos compartidos 1135-34 y 1135-31, en 410 mil dólares cada una, además de la unidad 935-24, en 400 mil dólares.
“En su declaración ante la PGR, Alfonso Ortega menciona que están involucrados los abogados Nader Ahari y José Juan Janeiro, éste último es señalado por las autoridades como operador financiero de Javier Duarte y fue quien hizo el depósito en dólares al hotel.
“La PGR en su investigación refiere que los datos aportados por Alfonso Ortega coinciden con una adquisición que aparece en la página electrónica de la Oficina del Registro Público del Departamento de Finanzas de Nueva York.
Le siguió el diario La Jornada. En ella Ortega implica a Karime Macías:
“Alfonso Ortega declaró que en diciembre del año 2012 la esposa del ex gobernador, Karime Macías Tubilla, le ordenó endosar en blanco las acciones de todas las empresas que abrió en Estados Unidos para adquirir inmuebles, tiempos compartidos y todo tipo de bienes, incluidas las de la compañía con que compró la lancha Aquariva Super de 790 mil dólares (casi 10 millones de pesos).
“Ante la PGR, el prestanombres dijo que esta instrucción se la dio Karime Macías cuando acudieron a un viaje de vacaciones a Aspen, Colorado, donde acompañó a la familia y se hospedaron en el St. Regis Aspen Resort. Ahí Karime Macías le dijo a Alfonso Ortega que ellos ‘querían resguardar sus inversiones y mantenerlas a salvo, señala el diario Reforma.
“El abogado fiscal del gobernador, señaló en su declaración ante la PGR que en el año 2008 Javier Duarte ocupó la crisis inmobiliaria de Estados Unidos para comprar remates de bienes valuados con un costo de entre 80 y 120 mil dólares, localizados en Miami, Florida.
“Esto ocurrió porque en Estados Unidos se originó una crisis y el sector inmobiliario puso ofertas de bienes y las Cortes subastaban casas para recuperar préstamos y créditos hipotecarios, por lo que las adquirieron para después ponerlas a la renta”.
Sabe Javier Duarte que Alfonso Ortega es la clave del caso. Si en la audiencia del sábado 22 no diluye la acusación, estará perdido.
Por las manos de Alfonso Ortega pasaron miles de millones, lo robado a las arcas públicas, y de ahí al blanqueo, atestando las tuberías financieras, comprando bienes, vendiéndolos, volviendo a comprar, las veces que fuera para camuflar su origen ilegal.
Ni Mansur, ni Janeiro, ni Bandín, ni Rosas Bocardo, el de los terrenos de Campeche, ni doña Cecilia de Ochoa, madre del ex gobernador, ni sus hermanos, ni los Macías, los Tubilla, nadie operó tan a fondo en la red de corrupción de Javier Duarte como Alfonso Ortega, el abogado fiscalista que un día, sin más, sintió la amenaza por pretender abrirse.
Su silencio es oro. Su vida —o su muerte—, una solución drástica.
Ortega es el cómplice que lo puede hundir.
Archivo muerto
Fiscal de hierro, le llaman, y tiene al enemigo en casa. Carmen Vives Noceda, nueva fiscal regional, relevo del cuate de los zetas, Ricardo Morales Carrasco, hoy investigado por dispensar la autopsia del “Berna”, lugarteniente del H, alias Hernán Martínez Zavaleta, cuenta con fiscales que retienen un menor de edad, se los arrebata a su padre y con maniobras, usando las instalaciones de la Fiscalía Regional en Coatzacoalcos, consuman su fechoría. Los acusa Mahiro Martínez de la Cruz, quien revela que su esposa Roberta Vázquez lo dejó por un amorío con un empleado de la Fiscalía, de nombre Martín Hernández. Acusa a la fiscal para delitos contra la violencia familiar, María Elena Callejas Alarcón, de prestarse al juego. Semana a otra fiscal, Emilia Hernández, de intimidación y amenazas. Mahiro Martínez de la Cruz asegura tener la custodia del menor, otorgada por un juez. Vaya recibimiento para la fiscal de hierro, Carmen Vives, que tendrá que demostrar que el hecho existe y que el tráfico de influencias se paga con cárcel… Una masa humana —el torso acá, las piernas allá, los brazos, más allá— detonan el horror. Son pedazos, son fragmentos, los despojos de alguien que terminó su vida mal. A eso de las 4 de la mañana, este lunes 17, se realiza el hallazgo. Minutos antes, casi a las puertas del mercado Plaza del Sol, nadie imagina lo que habría de ocurrir. Yacen sobre la banqueta, a pie de calle, superando cualquier otro escándalo advertido hasta hoy, sólo igual al de la mujer encontrada en la avenida General Anaya hace ya muchos ayeres, obra del Chanquilón y La Manola, a quienes los asesinos les encargaron destazar el cuerpo. Algo tiene esa calle, la Constitución. En ella fue ejecutado el abogado Rodolfo Zapata Carrillo, crítico del caos duartista en materia de seguridad, ultimado hace casi dos años un par de cuadras abajo. Y por algo será, pues el Mando Único Policial se encuentra otras dos calles después. Hoy, el horror vuelve, implícito el mensaje, horas después que el gobernador Miguel Ángel Yunes encabezara la reunión semanal del Grupo de Coordinación Veracruz, revelando avances y retrocesos ante el fenómeno de violencia, inseguridad extrema, sacudimientos del crimen organizado que lleva dos líderes menos, El Quino, un auténtico carnicero con obsesión por mutilar cuerpos, y el H, que con frialdad siniestra ordena el crimen de cuatro menor de edad… En breve, más del caso H y los hermanos Chagra, el proceso legal para evitar que a los bienes de los políticos fidelistas le apliquen la Ley de Extinción de Dominio; la ausencia por conveniencia con algo de presencia en Juriquilla, Querétaro, el Puebla y en la Ciudad de México; la riqueza de Hernán Martínez Zavaleta, zeta mayor en el sur de Veracruz y Tabasco, y las inversiones recientes del H y los Chagra, contrastando con sus ingresos comprobables, y ya no uno sino varios notarios que dieron fe de supuestas operaciones de compra-venta, algunos bienes arrebatados a sus legítimos dueños. Y ese marcadísimo interés del regidor José Antonio Chagra Nacif ante el cabildo de Coatzacoalcos por regularizar lo que queda de las áreas verdes de la colonia Petrolera, sobre el canal colindante con la colonia Puerto México. Uno de los predios, cercado, el mayor en extensión, aún muestra un letrero que indica que es área verde municipal. ¿Quién le echó el ojo al terreno?…
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