Manuel Rosete Chávez
“Te voy a matar, pinche reportero”:
Gaspar Gómez a “Pabuche”
No pasará ¡nada!
La sola idea de que esto sea cierto, indigna. Sin embargo, la realidad nos lleva en camino directo a la impunidad. A casi nueve meses de esta administración estatal las promesas del gobernante Miguel Ángel Yunes Linares se diluyen en el tiempo.
Que en su momento fue una extraordinaria raja electoral, lo fue, de otra manera no gana la elección el político de Soledad de Doblado. Llevar como bandera el combate a la corrupción al término de dos sexenios priistas tan corruptos, era sinónimo de triunfo; el candidato de la alianza PAN-PRD arrancó con una gran ventaja porque aunque fueron siete los aspirantes a suceder en el cargo a Javier Duarte, el único que reunía el perfil idóneo era Yunes Linares.
El antecedente que los veracruzanos teníamos de este paisano era su perseverancia para alcanzar un objetivo, su mano dura en el ejercicio del poder, porque como secretario de Gobierno, en el mandato de Patricio Chirinos, cuando se despachó con la cuchara grande, fue de un funcionario represor que persiguió a todos los enemigos del sistema y los desterró o encerró, y la elección anterior para gobernador que le robó el PRI y que perdió con Javier Duarte. Era el personaje idóneo.
Lo que no sabíamos los veracruzanos que apoyamos ese proyecto de cambio es que estábamos impulsando a un político de origen priista, con relaciones hasta en los sótanos del poder, con capacidad de experimentado negociador, quien contaba con la anuencia de amigos como el Secretario de Gobernación y el Procurador General de la República, Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam, respectivamente, para ir sobre la gubernatura no como una aspiración de servicio a sus paisanos sino como una forma de ascender en el escalafón de la política nacional y, al mismo tiempo, de satisfacer sus necesidades de venganza personal en contra de todo lo que oliera a Fidel Herrera Beltrán.
Y lo consiguió, como ha conseguido otros muchos cargos más en los que ha estado a lo largo de su larga carrera política, la cual comenzó en el sexenio de don Rafael Hernández Ochoa, en la dirección de Patrimonio del Estado, trabajando al lado de don Paco López Lara, quien era titular de esa dependencia.
Hoy se habla con insistencia de que Yunes Linares está buscando ser senador por la vía plurinominal, obviamente por el PAN, partido del que prácticamente se apoderó ante la ausencia de políticos de peso, para desde ahí apoyar a su hijo, el joven Miguel Ángel Yunes Márquez, a quien pretende hacer candidato del PAN a la gubernatura del estado en 2018. Padre e hijo andarían en campaña el año entrante como si eso fuera suficiente para ganar la elección.
¿Y los agravios a los veracruzanos y los corruptos que estarían entrando a la cárcel apenas asumiera la gubernatura y las promesas de terminar con la violencia que azota al estado en solo seis meses de gobierno y… tantos pendientes que ahí están a la espera de que alguien los atienda? No habrá nada, ni meterán a
la cárcel a las decenas de corruptos que se enriquecieron en el fidelato y el duartismo, ni habrá justicia para quienes clamamos por ella. Todo es lo mismo, los políticos son los mismos, las promesas a cambio de votos son las mismas y los resultados, igual.
Y no es pesimismo, es percepción de la realidad.
Campa se lava las manos
El subsecretario de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación (Segob), Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, adelantó este miércoles que la muerte del periodista Cándido Ríos Vázquez no tuvo nada que ver con sus actividades y al parecer el ataque iba dirigido a otra persona, que también falleció en el atentado ocurrido en Hueyapan de Ocampo.
Esto lo dijo Campa desafiando el enojo del gremio periodístico veracruzano y nacional, que ya no encuentra la salida a tantos asesinatos de comunicadores, pero especialmente de este que había sido amenazado de muerte, que padeció persecución política por su trabajo crítico, que fue víctima de ataques y que, al filo de la navaja, se jugaba a diario la vida con tal de denunciar los abusos del poder.
“Me parece –dijo el acartonado funcionario federal, amigo íntimo de Yunes Linares– que lo ocurrido ayer no tiene nada que ver con las actividades del periodista, tiene que ver con otros riesgos derivados de las personas que perdieron la vida también el día de ayer.”
En improvisada conferencia de prensa organizada en la Fiscalía, el funcionario federal dijo también que se deberá hacer una autocrítica sobre los mecanismos de protección.
“Nosotros en el mecanismo tenemos que hacer un análisis y una autocrítica sobre la eficacia que tienen las medidas y en este caso las revisiones que se hicieron apenas unos meses en la casa del periodista.” Y en forma por demás cínica, Roberto Campa recordó que el periodista asesinado contaba con un sistema de protección “si no me equivoco, con cámaras y chapas de seguridad, había también un botón de asistencia, de pánico, y todo esto estaba vinculado con el riesgo del periodista.”
Este pasado martes, el periodista Cándido Ríos Vásquez, alias Pabuche, junto con el exinspector de la Policía Municipal de Acayucan, Víctor Acrelio Alegría, y su escolta, fueron sorprendidos en un ataque armado registrado en la localidad de Juan Díaz Covarrubias, perteneciente al municipio de Hueyapan de Ocampo. Los hechos sucedieron en una estación de gasolina ubicada a un costado de la carretera 180 Costera del Golfo, donde el comando armado disparó contra las personas ubicadas en dos camionetas. Víctor Acrelio Antonio Alegría y su chofer, quien era conocido como “El Greñas”, fallecieron en el lugar de los hechos, mientras que el periodista Cándido Ríos Vázquez habría muerto camino al hospital.
A decir de Campa Cifrián, el ataque no iba dirigido al periodista. “Creo que, a reserva de esperar a que tengamos la confirmación en las investigaciones, el caso de ayer tiene que ver con otros riesgos, con otra situación, con otras personas que fueron atacadas donde perdieron la vida y por la información que nos ha dado el Fiscal parece claro que el ataque estaba dirigido a otra persona.”
¿Quién está detrás de Calles Alvarado?
El licenciado “Cantinas”, Carlos Calles Alvarado, recurrirá nuevamente a los tribunales para impugnar la decisión del Juez Cuarto de Distrito de desechar el amparo indirecto que promovió bajo el argumento de la existencia de irregularidades en el proceso de selección del tercer comisionado del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, IVAI.
Existe la sospecha de que “alguien” del IVAI está detrás de las acciones que el licenciado “Cantinas” realiza con el único propósito de atrasar la llegada del nuevo comisionado y, con ello, seguir utilizando el recurso económico del lugar vacante.
Millonaria regularización del transporte
Los propietarios de vehículos de alquiler en la modalidad de taxis no saben cómo cumplir con el requisito de la regularización que les ha exigido la Subdirección de Transporte Público del Estado. El costo de este trámite obligatorio para que puedan seguir prestando el servicio es de 3 mil pesos por unidad: 2 mil 500 pesos cuesta regularizar unidad y conductor, y 500 que les exigen de moche, en todas las delegaciones, a cambio de pasarles el trámite. La pregunta que se hacen los dirigentes de la agrupaciones de taxistas es qué uso le darán a los miles de millones de pesos que juntarán con esta “regularización” de más de cien mil taxis que hay en todo el estado.
REFLEXIÓN
¿Cómo qué premio merecen los señores Sergio Hernández Hernández, Sergio Melo A. Tizo y Carlos Fuentes Urritia “Chico Fuentes” (diputado local, jefe de prensa y administrador de los tesoros del Congreso Local)?… Mínimo una celda en la crujía “J” en un penal de alta seguridad. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas
“Te voy a matar, pinche reportero”:
Gaspar Gómez a “Pabuche”
No pasará ¡nada!
La sola idea de que esto sea cierto, indigna. Sin embargo, la realidad nos lleva en camino directo a la impunidad. A casi nueve meses de esta administración estatal las promesas del gobernante Miguel Ángel Yunes Linares se diluyen en el tiempo.
Que en su momento fue una extraordinaria raja electoral, lo fue, de otra manera no gana la elección el político de Soledad de Doblado. Llevar como bandera el combate a la corrupción al término de dos sexenios priistas tan corruptos, era sinónimo de triunfo; el candidato de la alianza PAN-PRD arrancó con una gran ventaja porque aunque fueron siete los aspirantes a suceder en el cargo a Javier Duarte, el único que reunía el perfil idóneo era Yunes Linares.
El antecedente que los veracruzanos teníamos de este paisano era su perseverancia para alcanzar un objetivo, su mano dura en el ejercicio del poder, porque como secretario de Gobierno, en el mandato de Patricio Chirinos, cuando se despachó con la cuchara grande, fue de un funcionario represor que persiguió a todos los enemigos del sistema y los desterró o encerró, y la elección anterior para gobernador que le robó el PRI y que perdió con Javier Duarte. Era el personaje idóneo.
Lo que no sabíamos los veracruzanos que apoyamos ese proyecto de cambio es que estábamos impulsando a un político de origen priista, con relaciones hasta en los sótanos del poder, con capacidad de experimentado negociador, quien contaba con la anuencia de amigos como el Secretario de Gobernación y el Procurador General de la República, Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam, respectivamente, para ir sobre la gubernatura no como una aspiración de servicio a sus paisanos sino como una forma de ascender en el escalafón de la política nacional y, al mismo tiempo, de satisfacer sus necesidades de venganza personal en contra de todo lo que oliera a Fidel Herrera Beltrán.
Y lo consiguió, como ha conseguido otros muchos cargos más en los que ha estado a lo largo de su larga carrera política, la cual comenzó en el sexenio de don Rafael Hernández Ochoa, en la dirección de Patrimonio del Estado, trabajando al lado de don Paco López Lara, quien era titular de esa dependencia.
Hoy se habla con insistencia de que Yunes Linares está buscando ser senador por la vía plurinominal, obviamente por el PAN, partido del que prácticamente se apoderó ante la ausencia de políticos de peso, para desde ahí apoyar a su hijo, el joven Miguel Ángel Yunes Márquez, a quien pretende hacer candidato del PAN a la gubernatura del estado en 2018. Padre e hijo andarían en campaña el año entrante como si eso fuera suficiente para ganar la elección.
¿Y los agravios a los veracruzanos y los corruptos que estarían entrando a la cárcel apenas asumiera la gubernatura y las promesas de terminar con la violencia que azota al estado en solo seis meses de gobierno y… tantos pendientes que ahí están a la espera de que alguien los atienda? No habrá nada, ni meterán a
la cárcel a las decenas de corruptos que se enriquecieron en el fidelato y el duartismo, ni habrá justicia para quienes clamamos por ella. Todo es lo mismo, los políticos son los mismos, las promesas a cambio de votos son las mismas y los resultados, igual.
Y no es pesimismo, es percepción de la realidad.
Campa se lava las manos
El subsecretario de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación (Segob), Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, adelantó este miércoles que la muerte del periodista Cándido Ríos Vázquez no tuvo nada que ver con sus actividades y al parecer el ataque iba dirigido a otra persona, que también falleció en el atentado ocurrido en Hueyapan de Ocampo.
Esto lo dijo Campa desafiando el enojo del gremio periodístico veracruzano y nacional, que ya no encuentra la salida a tantos asesinatos de comunicadores, pero especialmente de este que había sido amenazado de muerte, que padeció persecución política por su trabajo crítico, que fue víctima de ataques y que, al filo de la navaja, se jugaba a diario la vida con tal de denunciar los abusos del poder.
“Me parece –dijo el acartonado funcionario federal, amigo íntimo de Yunes Linares– que lo ocurrido ayer no tiene nada que ver con las actividades del periodista, tiene que ver con otros riesgos derivados de las personas que perdieron la vida también el día de ayer.”
En improvisada conferencia de prensa organizada en la Fiscalía, el funcionario federal dijo también que se deberá hacer una autocrítica sobre los mecanismos de protección.
“Nosotros en el mecanismo tenemos que hacer un análisis y una autocrítica sobre la eficacia que tienen las medidas y en este caso las revisiones que se hicieron apenas unos meses en la casa del periodista.” Y en forma por demás cínica, Roberto Campa recordó que el periodista asesinado contaba con un sistema de protección “si no me equivoco, con cámaras y chapas de seguridad, había también un botón de asistencia, de pánico, y todo esto estaba vinculado con el riesgo del periodista.”
Este pasado martes, el periodista Cándido Ríos Vásquez, alias Pabuche, junto con el exinspector de la Policía Municipal de Acayucan, Víctor Acrelio Alegría, y su escolta, fueron sorprendidos en un ataque armado registrado en la localidad de Juan Díaz Covarrubias, perteneciente al municipio de Hueyapan de Ocampo. Los hechos sucedieron en una estación de gasolina ubicada a un costado de la carretera 180 Costera del Golfo, donde el comando armado disparó contra las personas ubicadas en dos camionetas. Víctor Acrelio Antonio Alegría y su chofer, quien era conocido como “El Greñas”, fallecieron en el lugar de los hechos, mientras que el periodista Cándido Ríos Vázquez habría muerto camino al hospital.
A decir de Campa Cifrián, el ataque no iba dirigido al periodista. “Creo que, a reserva de esperar a que tengamos la confirmación en las investigaciones, el caso de ayer tiene que ver con otros riesgos, con otra situación, con otras personas que fueron atacadas donde perdieron la vida y por la información que nos ha dado el Fiscal parece claro que el ataque estaba dirigido a otra persona.”
¿Quién está detrás de Calles Alvarado?
El licenciado “Cantinas”, Carlos Calles Alvarado, recurrirá nuevamente a los tribunales para impugnar la decisión del Juez Cuarto de Distrito de desechar el amparo indirecto que promovió bajo el argumento de la existencia de irregularidades en el proceso de selección del tercer comisionado del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, IVAI.
Existe la sospecha de que “alguien” del IVAI está detrás de las acciones que el licenciado “Cantinas” realiza con el único propósito de atrasar la llegada del nuevo comisionado y, con ello, seguir utilizando el recurso económico del lugar vacante.
Millonaria regularización del transporte
Los propietarios de vehículos de alquiler en la modalidad de taxis no saben cómo cumplir con el requisito de la regularización que les ha exigido la Subdirección de Transporte Público del Estado. El costo de este trámite obligatorio para que puedan seguir prestando el servicio es de 3 mil pesos por unidad: 2 mil 500 pesos cuesta regularizar unidad y conductor, y 500 que les exigen de moche, en todas las delegaciones, a cambio de pasarles el trámite. La pregunta que se hacen los dirigentes de la agrupaciones de taxistas es qué uso le darán a los miles de millones de pesos que juntarán con esta “regularización” de más de cien mil taxis que hay en todo el estado.
REFLEXIÓN
¿Cómo qué premio merecen los señores Sergio Hernández Hernández, Sergio Melo A. Tizo y Carlos Fuentes Urritia “Chico Fuentes” (diputado local, jefe de prensa y administrador de los tesoros del Congreso Local)?… Mínimo una celda en la crujía “J” en un penal de alta seguridad. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas
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