Por Silvia Núñez Hernández
23 de agosto del 2017
Veracruz, Ver.
Gloria a Dios, Pabuche
Cándido Ríos Vázquez, nunca imaginó ser el periodista número 21 cifra que se lleva desde el sexenio de Javier Duarte de Ochoa a la fecha y el décimo de la administración de Miguel Ángel Yunes Linares. Ejercer el periodismo en la actualidad, es una sentencia de muerte inexorable y más cuando este se dedica a ventilar temas que ponen en riesgo la ventajosa corrupción de los delincuentes con poder.
Este 23 de agosto del 2017 amanecimos –y más yo en lo personal- con la sensación de una soledad implacable que nos ronda e intenta pulverizarnos. Entre la falta de solidaridad de un gran porcentaje de los colegas –que hoy escriben sin pronunciarse y transitan como si nada hubiera pasado- y la nula preocupación del gobernador del estado actual, al cual no le provoca el mínimo interés ni tampoco hace algún esfuerzo por disimular su repudio en contra de la prensa veracruzana. A esa misma, que en el gobierno de Javier Duarte le llamó crítica, hoy la desacredita argumentando que lo atacan porque no hizo “convenios” con ella y dice que solo los medios de comunicación no logramos ver el cambio. Quisiéramos vivir en su burbuja repleta de “guaruras”, así cualquiera se puede sentir tranquilo.
Para él, el que maten a un comunicador, es una carga menos para su inequívoca y nula administración. El que asesinen a un periodista, en su acepción, es como aplastar un insecto y por ello, no le merece la más mínima atención ni tampoco emite alguna condolencia para su familia.
Para el gobernador del estado de Veracruz -primer lugar en delito de secuestros y con lacerante e inequívoca estrategia de seguridad- matar a un periodista no le ocupa ni le preocupa y por ello calla, porque para él no significa nada. Miguel Ángel Yunes Linares asume su repudio y los demuestra en contra de la prensa todos los días en sus ruedas de prensa protagónicas, en dónde los periodistas que asisten, deben de preguntar lo que él quiere y si se salen del guión, su respuesta grosera no se hace esperar.
En la administración de Javier Duarte de Ochoa, cuando un periodista era asesinado, no reparaba en aprovechar los reflectores para emitir su “repudio” en contra del ejecutivo estatal a quien responsabilizaba directamente. Hoy, en su gobierno, han matado 10 comunicadores. ¿Le continuará echando la culpa a Duarte o a Fidel? Lamentablemente su fiscal domesticado, sabemos, no será capaz de resolver este asesinato, pues para este y el propio ejecutivo estatal, un periodista asesinado es un solo un número frío. Hoy a Cándido le tocó ser el número 21. Pese a que su asesinato fue tema a nivel nacional e internacional, para Yunes Linares no le implicó la mínima importancia y no perderá su valioso tiempo en repudiar dicho asesinato, mucho menos en ordenar que sea investigado. La impunidad para los asesinos es un acto realmente esperado por todos.
En la red social de “Pabuche” con fecha 13 de agosto del año en curso, se aprecia la publicación de un video, donde expone varios nombres de la vida política de Hueyapan de Ocampo. En su transmisión, menciona a Samuel Huerta, regidor del ayuntamiento de citado municipio, a Javier Gómez Cazarín alías “El Carón” ex candidato de Morena y a Gaspar Gómez Jiménez, ex candidato a la alcaldía del Partido Verde Ecológicas alías “El Psicópata”; como también a dos periodistas que al parecer sirven a las huestes políticas por intercambio monetario pasando información de otros colegas y además sirviendo de emisarios de estos.
“Mi nombre es Cándido Ríos Vázquez, el popular “Pabuche” (…) En décadas atrás al día de hoy cuando se ve que la soberanía, la paz y la economía de un pueblo (…) Y al alzar la voz y esta no tiene eco (…) Se piensa al estilo Jalisco: “La vida no vale nada” (…) Se agarran las armas, se corre la sangre (…) Nosotros no usamos las armas (…) Nos acribillan peor (…) A sabiendas que nuestras armas no disparan balas, nuestras armas disparan verdades (…) Verdades que me han costado los hospedajes del Zamora, el Allende, el Perote y el Villa Aldama (…) Por el delito de hablar por la verdad, siempre luchando por lo empeñado, lo robado y lo vendido de mi pueblo. Tratando de abrirle los ojos a mi gente, gente agachada, ciega; que prefieren morir de rodillas callando que parados hablando (…) Me indigna, Gloria a Dios (…) Por naturaleza soy un redentor (…) Por naturaleza soy un periodista después de ser trailero 16 años (…) Cuando escribo tengo mis errores, pero no en lo que escribo, sino en faltas de ortografía, puntos y comas (…) Pero lo importante que no ves faltas en lo hago, todo es fundamentando (…) No soy estudiado, a los madrazos estudié sexto año de primaria, mi escuela ha sido la ley de la vida”.
Como ciudadanos y periodistas, esperaríamos que el razonamiento lógico de la autoridad encargada en investigar y si realmente fuera honorable, desataría la una investigación minuciosa en contra de quienes en el video de Pabuche han sido mencionadas; pues serían los principales sospechosos del asesinato del comunicador, además, de que en la misma transmisión del periodista, acusa directamente a uno de ellos como ser el causante de la muerte de muchas personas y que jamás han sido enjuiciado por la protección de Jorge Carvallo Delfín. Pero desafortunadamente tal es grado de desatención del caso por parte de Jorge Winckler Ortiz en el asesinato del periodista junto con otras dos personas más, que ni peritaje hubo en el lugar y los casquillos percutidos quedaron un lugar distribuidos en el asfalto.
En su video Cándido Ríos dice:
“He aprendido a extenderle la mano a mis enemigos (…) Nadie me está pagando, no he ido con Jorge Quinto, no he ido con nadie (…) Hoy le dedico esto, al señor Samuel Huerta y a Javier Cazarín, candidato de Morena, “El Carón” (…) Con el saco bien hecho y a la medida de Gaspar Gómez Jiménez, el conocido “Psicópata” (…) Uno de los principales anfitriones del “El Carón” y por qué no, espero que también el OPLE lo tenga en cuenta (…) Yo le recomiendo al señor líder Samuel, que antes de salir fanfarronamente ante una rueda de prensa, que primero agarre seriedad y no se deje llevar por una simple carpeta que “El Carón” le lleva, en donde manifiesta una infinidad de mentiras engañando a la sociedad entera en Hueyapan de Ocampo que están impugnadas las elecciones con copias de una denuncia normal (…) Yo no le voy a presentar carpetas al señor Huerta (…) Los millones de pesos que –ilegible- le presenta a Gaspar que lo encandila en donde habla de millones de pesos en dichas obras, señalando a la señora Ulloque, al señor Juan Ángel Gómez (…) Yo no tengo relación alguna con los Gómez ni simpatía alguna (…) Esto es lo que hizo señor Samuel, presentar documentos en carpetas que este le llevó (…) Yo quisiera que “El Carón” presentara la carpeta de sus obras de él, de las obras que él agarró en Hueyapan de Ocampo (…) Obras totalmente de muy baja calidad y de muy fuerte billete (…) Respetar al “El Carón” con sus verdades (…) Vamos hablar de obras de otros empresarios (…) Vamos a hablarlo porque no, del papá de Benítez con grandes obras en el municipio, nunca lo nombras, no nombras tus obras tuyas (…) Ya no engañes al pueblo y ahora, vuelves a engañarlo con otro papel más de ese juicio y tú sigues diciendo que siguen impugnadas las elecciones (…) Yo le hablo a mi pueblo, yo no necesito hacer Pabuche en política (…) Yo los 365 días hago el bien sin saber a quién (…) Hago bien a la sociedad (…) Valiéndome madre mi vida, mi libertad, las torturas que me han dado (…) Las denuncias se las pasan por el arco del triunfo, el tribunal y la magistrada de San Andrés Tuxtla (…) Gaspar manda a matar, desaparece y nunca es investigado (…) Su compadre, el diputado Jorge Delfín Carvallo siempre ha sido su bandera (…) Porque es un pendejo, embarca a quienes meten al mano al fuego por él (…) Mandando a mis compañeros reporteros de emisarios como Ángel Bravo
Martínez a Juan Pablo Duarte; Álvaro Aquino Mixtega de Televisa (…) ¡No! Manchando la credibilidad, la primacía, los precedentes y las convicciones de los que ejercemos el periodismo (…) Manchando dignidades, honra y honores, a costa de sus propios intereses ¿no? (…) Yo ando frío señores, frío, a mí, miren mi carterita, 100 pesos (…) pero ando feliz; en la calle soy “Pabuche”, el pueblo me estima, me aprecia, peso más que Gaspar aquí en la tierra, Gloria a Dios, no en lo económico, en lo moral. Gloria a Dios, camino en donde camino con la frente en alto y le digo muy claro señor Samuel, Carón, Vanllona, tesorero rata de Hueyapan, saqueaste al pueblo (…) Derrochaste dinero, dinero, dinero, miles de pesos en los centros deportivos (…) Mamífero roedor, del pueblo, que peleas, lo que ya gastaste, no mijo, yo te invito “Carón”, no te estoy ofendiendo, porque las verdades no ofenden, simplemente incomodan (…) Si yo te hablé algo torpe, erróneo o precario, pues espero su respuesta (…) Hoy es 13, de agosto, en nombre sea de Dios, te vuelvo a repetir (…) Lo invito a este video que le voy a enviar y si vieron algo “negociado” o “parcial”, háganmelo saber (…) Lo vuelvo a repetir, la verdad no ofende, lo que si incomoda”.
Mañana, a las 16:00 horas, los restos del colega serán sepultados en el panteón municipal de Hueyapan de Ocampo. Mi más sentido pésame para la familia, que hoy sufre en carne propia lo que vivieron los seres queridos de los 20 periodistas asesinados antes de Pabuche. Hoy la prensa ya no demanda ni exige, ni sale a las calles a manifestarse para exigir justicia, tal vez porque saben que la impunidad será el manto de los criminales, manto que le dará la FGE. Hoy el alma desgastada, por unos y en otros, llena de intolerable falta de solidaridad. Grupo que seguramente serán los primeros en acusar al colega de andar “metido” para justificar su incongruencia, su ceguera y falta de compromiso en el gremio. Hoy yacemos inseguros, más paranoicos que nunca, observando cómo al señor gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, la prensa “le vale madre”.
23 de agosto del 2017
Veracruz, Ver.
Gloria a Dios, Pabuche
Cándido Ríos Vázquez, nunca imaginó ser el periodista número 21 cifra que se lleva desde el sexenio de Javier Duarte de Ochoa a la fecha y el décimo de la administración de Miguel Ángel Yunes Linares. Ejercer el periodismo en la actualidad, es una sentencia de muerte inexorable y más cuando este se dedica a ventilar temas que ponen en riesgo la ventajosa corrupción de los delincuentes con poder.
Este 23 de agosto del 2017 amanecimos –y más yo en lo personal- con la sensación de una soledad implacable que nos ronda e intenta pulverizarnos. Entre la falta de solidaridad de un gran porcentaje de los colegas –que hoy escriben sin pronunciarse y transitan como si nada hubiera pasado- y la nula preocupación del gobernador del estado actual, al cual no le provoca el mínimo interés ni tampoco hace algún esfuerzo por disimular su repudio en contra de la prensa veracruzana. A esa misma, que en el gobierno de Javier Duarte le llamó crítica, hoy la desacredita argumentando que lo atacan porque no hizo “convenios” con ella y dice que solo los medios de comunicación no logramos ver el cambio. Quisiéramos vivir en su burbuja repleta de “guaruras”, así cualquiera se puede sentir tranquilo.
Para él, el que maten a un comunicador, es una carga menos para su inequívoca y nula administración. El que asesinen a un periodista, en su acepción, es como aplastar un insecto y por ello, no le merece la más mínima atención ni tampoco emite alguna condolencia para su familia.
Para el gobernador del estado de Veracruz -primer lugar en delito de secuestros y con lacerante e inequívoca estrategia de seguridad- matar a un periodista no le ocupa ni le preocupa y por ello calla, porque para él no significa nada. Miguel Ángel Yunes Linares asume su repudio y los demuestra en contra de la prensa todos los días en sus ruedas de prensa protagónicas, en dónde los periodistas que asisten, deben de preguntar lo que él quiere y si se salen del guión, su respuesta grosera no se hace esperar.
En la administración de Javier Duarte de Ochoa, cuando un periodista era asesinado, no reparaba en aprovechar los reflectores para emitir su “repudio” en contra del ejecutivo estatal a quien responsabilizaba directamente. Hoy, en su gobierno, han matado 10 comunicadores. ¿Le continuará echando la culpa a Duarte o a Fidel? Lamentablemente su fiscal domesticado, sabemos, no será capaz de resolver este asesinato, pues para este y el propio ejecutivo estatal, un periodista asesinado es un solo un número frío. Hoy a Cándido le tocó ser el número 21. Pese a que su asesinato fue tema a nivel nacional e internacional, para Yunes Linares no le implicó la mínima importancia y no perderá su valioso tiempo en repudiar dicho asesinato, mucho menos en ordenar que sea investigado. La impunidad para los asesinos es un acto realmente esperado por todos.
En la red social de “Pabuche” con fecha 13 de agosto del año en curso, se aprecia la publicación de un video, donde expone varios nombres de la vida política de Hueyapan de Ocampo. En su transmisión, menciona a Samuel Huerta, regidor del ayuntamiento de citado municipio, a Javier Gómez Cazarín alías “El Carón” ex candidato de Morena y a Gaspar Gómez Jiménez, ex candidato a la alcaldía del Partido Verde Ecológicas alías “El Psicópata”; como también a dos periodistas que al parecer sirven a las huestes políticas por intercambio monetario pasando información de otros colegas y además sirviendo de emisarios de estos.
“Mi nombre es Cándido Ríos Vázquez, el popular “Pabuche” (…) En décadas atrás al día de hoy cuando se ve que la soberanía, la paz y la economía de un pueblo (…) Y al alzar la voz y esta no tiene eco (…) Se piensa al estilo Jalisco: “La vida no vale nada” (…) Se agarran las armas, se corre la sangre (…) Nosotros no usamos las armas (…) Nos acribillan peor (…) A sabiendas que nuestras armas no disparan balas, nuestras armas disparan verdades (…) Verdades que me han costado los hospedajes del Zamora, el Allende, el Perote y el Villa Aldama (…) Por el delito de hablar por la verdad, siempre luchando por lo empeñado, lo robado y lo vendido de mi pueblo. Tratando de abrirle los ojos a mi gente, gente agachada, ciega; que prefieren morir de rodillas callando que parados hablando (…) Me indigna, Gloria a Dios (…) Por naturaleza soy un redentor (…) Por naturaleza soy un periodista después de ser trailero 16 años (…) Cuando escribo tengo mis errores, pero no en lo que escribo, sino en faltas de ortografía, puntos y comas (…) Pero lo importante que no ves faltas en lo hago, todo es fundamentando (…) No soy estudiado, a los madrazos estudié sexto año de primaria, mi escuela ha sido la ley de la vida”.
Como ciudadanos y periodistas, esperaríamos que el razonamiento lógico de la autoridad encargada en investigar y si realmente fuera honorable, desataría la una investigación minuciosa en contra de quienes en el video de Pabuche han sido mencionadas; pues serían los principales sospechosos del asesinato del comunicador, además, de que en la misma transmisión del periodista, acusa directamente a uno de ellos como ser el causante de la muerte de muchas personas y que jamás han sido enjuiciado por la protección de Jorge Carvallo Delfín. Pero desafortunadamente tal es grado de desatención del caso por parte de Jorge Winckler Ortiz en el asesinato del periodista junto con otras dos personas más, que ni peritaje hubo en el lugar y los casquillos percutidos quedaron un lugar distribuidos en el asfalto.
En su video Cándido Ríos dice:
“He aprendido a extenderle la mano a mis enemigos (…) Nadie me está pagando, no he ido con Jorge Quinto, no he ido con nadie (…) Hoy le dedico esto, al señor Samuel Huerta y a Javier Cazarín, candidato de Morena, “El Carón” (…) Con el saco bien hecho y a la medida de Gaspar Gómez Jiménez, el conocido “Psicópata” (…) Uno de los principales anfitriones del “El Carón” y por qué no, espero que también el OPLE lo tenga en cuenta (…) Yo le recomiendo al señor líder Samuel, que antes de salir fanfarronamente ante una rueda de prensa, que primero agarre seriedad y no se deje llevar por una simple carpeta que “El Carón” le lleva, en donde manifiesta una infinidad de mentiras engañando a la sociedad entera en Hueyapan de Ocampo que están impugnadas las elecciones con copias de una denuncia normal (…) Yo no le voy a presentar carpetas al señor Huerta (…) Los millones de pesos que –ilegible- le presenta a Gaspar que lo encandila en donde habla de millones de pesos en dichas obras, señalando a la señora Ulloque, al señor Juan Ángel Gómez (…) Yo no tengo relación alguna con los Gómez ni simpatía alguna (…) Esto es lo que hizo señor Samuel, presentar documentos en carpetas que este le llevó (…) Yo quisiera que “El Carón” presentara la carpeta de sus obras de él, de las obras que él agarró en Hueyapan de Ocampo (…) Obras totalmente de muy baja calidad y de muy fuerte billete (…) Respetar al “El Carón” con sus verdades (…) Vamos hablar de obras de otros empresarios (…) Vamos a hablarlo porque no, del papá de Benítez con grandes obras en el municipio, nunca lo nombras, no nombras tus obras tuyas (…) Ya no engañes al pueblo y ahora, vuelves a engañarlo con otro papel más de ese juicio y tú sigues diciendo que siguen impugnadas las elecciones (…) Yo le hablo a mi pueblo, yo no necesito hacer Pabuche en política (…) Yo los 365 días hago el bien sin saber a quién (…) Hago bien a la sociedad (…) Valiéndome madre mi vida, mi libertad, las torturas que me han dado (…) Las denuncias se las pasan por el arco del triunfo, el tribunal y la magistrada de San Andrés Tuxtla (…) Gaspar manda a matar, desaparece y nunca es investigado (…) Su compadre, el diputado Jorge Delfín Carvallo siempre ha sido su bandera (…) Porque es un pendejo, embarca a quienes meten al mano al fuego por él (…) Mandando a mis compañeros reporteros de emisarios como Ángel Bravo
Martínez a Juan Pablo Duarte; Álvaro Aquino Mixtega de Televisa (…) ¡No! Manchando la credibilidad, la primacía, los precedentes y las convicciones de los que ejercemos el periodismo (…) Manchando dignidades, honra y honores, a costa de sus propios intereses ¿no? (…) Yo ando frío señores, frío, a mí, miren mi carterita, 100 pesos (…) pero ando feliz; en la calle soy “Pabuche”, el pueblo me estima, me aprecia, peso más que Gaspar aquí en la tierra, Gloria a Dios, no en lo económico, en lo moral. Gloria a Dios, camino en donde camino con la frente en alto y le digo muy claro señor Samuel, Carón, Vanllona, tesorero rata de Hueyapan, saqueaste al pueblo (…) Derrochaste dinero, dinero, dinero, miles de pesos en los centros deportivos (…) Mamífero roedor, del pueblo, que peleas, lo que ya gastaste, no mijo, yo te invito “Carón”, no te estoy ofendiendo, porque las verdades no ofenden, simplemente incomodan (…) Si yo te hablé algo torpe, erróneo o precario, pues espero su respuesta (…) Hoy es 13, de agosto, en nombre sea de Dios, te vuelvo a repetir (…) Lo invito a este video que le voy a enviar y si vieron algo “negociado” o “parcial”, háganmelo saber (…) Lo vuelvo a repetir, la verdad no ofende, lo que si incomoda”.
Mañana, a las 16:00 horas, los restos del colega serán sepultados en el panteón municipal de Hueyapan de Ocampo. Mi más sentido pésame para la familia, que hoy sufre en carne propia lo que vivieron los seres queridos de los 20 periodistas asesinados antes de Pabuche. Hoy la prensa ya no demanda ni exige, ni sale a las calles a manifestarse para exigir justicia, tal vez porque saben que la impunidad será el manto de los criminales, manto que le dará la FGE. Hoy el alma desgastada, por unos y en otros, llena de intolerable falta de solidaridad. Grupo que seguramente serán los primeros en acusar al colega de andar “metido” para justificar su incongruencia, su ceguera y falta de compromiso en el gremio. Hoy yacemos inseguros, más paranoicos que nunca, observando cómo al señor gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, la prensa “le vale madre”.
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