miércoles, 20 de septiembre de 2017

Bautizo se convierte en tragedia, terremoto deja 11 muertos en Atzala

ATZALA, Pue.- La celebración de un bautizo se convirtió en tragedia cuando la cúpula de la iglesia de Santiago Apóstol se vino abajo por el temblor de magnitud 7.1 con epicentro en Axochiapan, Morelos, y perdieron la vida al menos 11 personas, aunque se dice que otras cinco más habrían fallecido, tres en el hospital y dos más bajo los escombros que aún no han sido rescatadas.


Entre las víctimas están registradas cuatro menores de edad, entre ellas la pequeña de menos de un año que estaba por recibir el sacramento bautismal.

Aunque todavía no se tiene mayores datos, el sacerdote fue el único ileso al poder salir por la parte de atrás del inmueble.

El dolor se refleja en el rostro de los habitantes de Atzala que formaron dos vallas para retirar manual y mecánicamente las montoneras de piedra y escombro, pese al riesgo de exponer su propia vida en caso que termine de colapsar una torre y los muros que sostienen al débil inmueble religioso que data del siglo XVII.

En segundo término pasó el susto y el miedo del sismo de ayer por la tarde que dejó viviendas afectadas sin daños estructurales, pues el dolor está concentrado en la tragedia dónde perdieron la vida, oficialmente 11 personas, todas familiares.

LA TRAGEDIA

En esta comunidad aún buscan explicación del motivo por el cual decidió una familia bautizar a una pequeña en martes cuando normalmente este tipo de acontecimientos son realizados los días sábado o domingo, con la finalidad de compartir este tipo de acontecimientos con todo el municipio que está ubicado en la Mixteca poblana.

Conforme a versiones de los pobladores, un tanto reacios a comentar lo sucedido, la tierra se cimbró cuando sucedió el fenómeno natural que tuvo epicentro en límites de Puebla y Morelos.

El temor se apoderó de los habitantes al salir de inmediato a las calles para protegerse de posibles derrumbes de sus viviendas, algunas construidas de manera rústica con adobe, ladrillo y techos de lámina.

Algunos daños leves en inmuebles y el corte al servicio de energía eléctrica fueron los efectos primarios del sismo, pero inmediatamente vino lo peor: una densa nube de humo salió de la iglesia de Santiago Apóstol acompañado por un fuerte ruido. Al paso de unos segundos, los vecinos se dieron cuenta de la verdadera tragedia.

La cúpula se había venido abajo y sepultó a quienes escuchaban misa por el bautizo de una menor.

Curiosamente, el sacerdote que oficiaba la homilía fue el único sobreviviente, sin tener mayores datos que haya más personas que hubieran logrado liberarse de la caída de la cascada de piedras y escombro.

BUSCAN SOBREVIVIENTES SIN APOYO GUBERNAMENTAL

En medio del dolor de esta tragedia, la comunidad se empezó a organizar y con sus propias manos, palas, carretillas y el apoyo de dos máquinas excavadoras, comenzó la búsqueda de los cuerpos pues había pocas posibilidades que hubiera sobrevivientes.

Tras varias horas de ardua labor sin el apoyo del gobierno estatal ni del Ejército, encontraron 11 cadáveres, 10 colocados en el atrio de la iglesia y uno más en la presidencia municipal.

Más de una centena de hombres trabajaron, logrando sacar con vida a tres personas que fueron internadas en el hospital general de Izúcar de Matamoros aunque según versiones extraoficiales también perdieron la vida horas más tarde.

Los voluntarios se quejaron de que la autoridad estatal y el Ejército no enviaron asistencia para agilizar los trabajos, “solamente vinieron los ministeriales para realizar trámites de los cuerpos y fue todo”, señaló un señor mientras cargaba una cubeta con escombro./

Después del temblor y ya entrada la noche, el temor de otra tragedia seguía vigente pero no por las posibles réplicas del movimiento telúrico, sino porque terminara de venirse abajo una de las torres y parte de la cubierta que ha quedado expuesta.

La solidaridad por encontrar otros dos cuerpos, ha hecho que este municipio se haya sumado a los esfuerzos por quitar todo el escombro hasta comprobar que no quede otro cuerpo.

Alberto Ramos Morán, edil de esta demarcación, confió que este día tenga comunicación con alguien del gabinete estatal a efecto de coordinar esfuerzos en dos sentidos. El primero para realizar un censo de las viviendas afectadas y descartar que se puedan venir abajo y segundo, analizar que se hará con lo que queda de la iglesia aunque todo indica que será derrumbada.

INAH IGNORA REPORTE DE DAÑOS ESTRUCTURALES

El comisario ejidal de Atzala, Filomeno Martínez, dio a conocer que en 2013 se envió un oficio al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que hubiera un estudio estructural de la iglesia, ante la sospecha que tuviera fallas que pudieran representar un riesgo, sin embargo, nunca hubo respuesta.

Sostuvo que hubo cuarteaduras en los muros que levantaron sospechas y al ser un espacio histórico al ser construido en el siglo XVII, era necesario que tuviera una supervisión, “se mandaron oficios pero nunca nos hicieron caso”, expuso.

Filomeno Martínez no culpó al organismo federal de la caída del techo de la iglesia y solamente hizo la declaración para que quedara asentada la falta de apoyo.

Dado que sumaban más de ocho horas ininterrumpidas de trabajo, amas de casa de organizaron improvisando mesas para dotar de comida casera a los que retiraban escombro.

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