SOLDADOS DE ORO Y LATA
Por Antonio Trujillo y Perdomo
Así como existen soldados como Martín Moctezuma Luis Hernández, “pueblo pueblo”, de los que dan todo por salvar una vida, así hay alguno que otro que abusan del Grado o de la Comisión que detentan para obtener ganancias en todo sentido.
Martin es el joven militar que sin proponérselo dio al Ejército Mexicano imagen positiva internacional del sentir de los militares en general, tan humanos como cualquier otro mexicano en un trabajo honesto pero que exige hasta la entrega de la vida por una causa, en esta ocasión por salvar vidas atrapadas entre los escombros que dejó el temblor del 19 de Septiembre.
A Martin y a todo su regimiento le ordenaron acudir en auxilio de rescate, pero la orden fue de protocolo ya que aún sin ella los soldados voluntariamente hubieran acudido a prestar ayuda.
En Juchitán, Oaxaca fue que le correspondió, en coincidencia porque él es de ahí, rescatar víctimas, desafortunadamente entre sus rescates literalmente le partieron el alma los cuerpos sin vida de dos mujeres, madre e hija, esposa e hija de Mario Gil Vela, el momento de dolor manifestado por el ser humano que es Martín, lo captó la lente del fotógrafo Salvador Kellerman imagen que recorrió y sigue recorriendo el mundo por la oportunidad de captar un instante del dolor humano de un soldado mexicano.
De la misma manera en que el juchiteco militar de 21 años acató la orden y cumplió su misión de rescate con el resultado del dolor personal, de la misma manera a diario durante las 24 horas del día miles de sus compañeros en el país, salen a cumplir sus misiones para combatir a la delincuencia organizada y a la ocasional, sin ser una responsabilidad de ellos pero que sin embargo les fue encomendada por la falta de capacidad, negligencia, contubernio o
complicidad de gobernadores, diputados, senadores mexicanos que no han terminado de legislar un marco jurídico para la actuación policial del Ejército Mexicano y de la Marina Armada de México.
Los soldados dan la cara y enfrentan debidamente identificados, los delincuentes son unas lacras miserables y cobardes que utilizan la emboscada y el anonimato.
Aún con la entrega al servicio de los mexicanos como lo es el Plan DN3, con el combate a los cobardes delincuentes tolerados las más de las veces por autoridades municipales, estatales y federales, aún así hay sujetos en la sociedad que los critican y reprueban en su loable actuación social.
Por los errores de unos cuantos malos soldados, los críticos contestatarios de siempre ensucian la labor mayor del Ejército y la Armada.
He de reconocer, porque se ha especulado con base cierta y duda razonable entre la tropa al respecto, casos en que Comandantes de Regiones, de Zonas Militares y otros jefes con jerarquía, han abusado de su Comisión y Grado, llegando al extremo de robarse los recursos económicos destinados para la alimentación de la tropa, solo les dan frijoles con huevo y agua azucarada; no les entregan uniformes ni equipos; casos en que mandos se coluden y son cómplices de facinerosos y delincuentes; entran en contubernio con políticos ladrones de los que reciben dádivas –igualas- mensuales y otros regalos; de Comandantes que se roban el dinero cuyo fin es compra del combustible de los vehículos militares y casos hasta de desviados sexuales acosadores de reclutas jóvenes. Claro que también existen soldados inescrupulosos, pero son los menos.
Por ello llama la atención que un político pretenda ensuciar la imagen del General Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, -quizá sólo sea un rumor mal intencionado- el rumor de que el Jueves 28 de Septiembre de 2017, a las 12.00 en el restaurante Cardenal, sito en la calle Juárez 70 de la ciudad de México, el político Gerardo Fernández Noroña amenace con dar a conocer que el titular de SEDENA esté metido en negocios sobre la venta de
terrenos propiedad de la Nación con medidas de 8 millones de metros cuadrados. Me cuesta trabajo aceptar que la posible infamia fuera cierta.
Además de que Noroña irónicamente maneja en su cuenta de Twitter que Cienfuegos está en capacidad de regalar 570 casas para los damnificados del sismo del 19 de Septiembre.
Lo que no deja de ser cierto es que es que dos frases, extraídas de la película protagonizada por María Félix, “Juana Gallo” esas pudieran tomar vigencia en medio de la tragedia reciente: “..los hambreadores del pueblo merecen morir..” “..pero los que se enriquecen con la sangre de los soldados de la Revolución, merecen más que la muerte..”
GUIJARRO: Parientes y familiares de presos en el reclusorio de Misantla se quejan de que el director Fidencio Pérez Rojas, el subdirector Carlín Mora y el subdirector técnico Agustín alias el Ojo de vidrio, además de una tal Jaqueline que la califican de pareja íntima del director, traen asolados a los internos porque las autoridades del penal han delegado por completo el control del mismo a un interno de nombre Camarero Grajales quien los aterroriza, extorsiona y tortura, además se jacta de entregar su “cuota” puntualmente a los directivos para que le dejen seguir “trabajando la plaza” internamente.
El apando que utiliza para sensibilizar a los que no le pagan se le conoce como “el vocho”. El Director de Prevención y Readaptación Social algo tendrán que responder al respecto, en caso de ser cierto.
Por Antonio Trujillo y Perdomo
Así como existen soldados como Martín Moctezuma Luis Hernández, “pueblo pueblo”, de los que dan todo por salvar una vida, así hay alguno que otro que abusan del Grado o de la Comisión que detentan para obtener ganancias en todo sentido.
Martin es el joven militar que sin proponérselo dio al Ejército Mexicano imagen positiva internacional del sentir de los militares en general, tan humanos como cualquier otro mexicano en un trabajo honesto pero que exige hasta la entrega de la vida por una causa, en esta ocasión por salvar vidas atrapadas entre los escombros que dejó el temblor del 19 de Septiembre.
A Martin y a todo su regimiento le ordenaron acudir en auxilio de rescate, pero la orden fue de protocolo ya que aún sin ella los soldados voluntariamente hubieran acudido a prestar ayuda.
En Juchitán, Oaxaca fue que le correspondió, en coincidencia porque él es de ahí, rescatar víctimas, desafortunadamente entre sus rescates literalmente le partieron el alma los cuerpos sin vida de dos mujeres, madre e hija, esposa e hija de Mario Gil Vela, el momento de dolor manifestado por el ser humano que es Martín, lo captó la lente del fotógrafo Salvador Kellerman imagen que recorrió y sigue recorriendo el mundo por la oportunidad de captar un instante del dolor humano de un soldado mexicano.
De la misma manera en que el juchiteco militar de 21 años acató la orden y cumplió su misión de rescate con el resultado del dolor personal, de la misma manera a diario durante las 24 horas del día miles de sus compañeros en el país, salen a cumplir sus misiones para combatir a la delincuencia organizada y a la ocasional, sin ser una responsabilidad de ellos pero que sin embargo les fue encomendada por la falta de capacidad, negligencia, contubernio o
complicidad de gobernadores, diputados, senadores mexicanos que no han terminado de legislar un marco jurídico para la actuación policial del Ejército Mexicano y de la Marina Armada de México.
Los soldados dan la cara y enfrentan debidamente identificados, los delincuentes son unas lacras miserables y cobardes que utilizan la emboscada y el anonimato.
Aún con la entrega al servicio de los mexicanos como lo es el Plan DN3, con el combate a los cobardes delincuentes tolerados las más de las veces por autoridades municipales, estatales y federales, aún así hay sujetos en la sociedad que los critican y reprueban en su loable actuación social.
Por los errores de unos cuantos malos soldados, los críticos contestatarios de siempre ensucian la labor mayor del Ejército y la Armada.
He de reconocer, porque se ha especulado con base cierta y duda razonable entre la tropa al respecto, casos en que Comandantes de Regiones, de Zonas Militares y otros jefes con jerarquía, han abusado de su Comisión y Grado, llegando al extremo de robarse los recursos económicos destinados para la alimentación de la tropa, solo les dan frijoles con huevo y agua azucarada; no les entregan uniformes ni equipos; casos en que mandos se coluden y son cómplices de facinerosos y delincuentes; entran en contubernio con políticos ladrones de los que reciben dádivas –igualas- mensuales y otros regalos; de Comandantes que se roban el dinero cuyo fin es compra del combustible de los vehículos militares y casos hasta de desviados sexuales acosadores de reclutas jóvenes. Claro que también existen soldados inescrupulosos, pero son los menos.
Por ello llama la atención que un político pretenda ensuciar la imagen del General Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, -quizá sólo sea un rumor mal intencionado- el rumor de que el Jueves 28 de Septiembre de 2017, a las 12.00 en el restaurante Cardenal, sito en la calle Juárez 70 de la ciudad de México, el político Gerardo Fernández Noroña amenace con dar a conocer que el titular de SEDENA esté metido en negocios sobre la venta de
terrenos propiedad de la Nación con medidas de 8 millones de metros cuadrados. Me cuesta trabajo aceptar que la posible infamia fuera cierta.
Además de que Noroña irónicamente maneja en su cuenta de Twitter que Cienfuegos está en capacidad de regalar 570 casas para los damnificados del sismo del 19 de Septiembre.
Lo que no deja de ser cierto es que es que dos frases, extraídas de la película protagonizada por María Félix, “Juana Gallo” esas pudieran tomar vigencia en medio de la tragedia reciente: “..los hambreadores del pueblo merecen morir..” “..pero los que se enriquecen con la sangre de los soldados de la Revolución, merecen más que la muerte..”
GUIJARRO: Parientes y familiares de presos en el reclusorio de Misantla se quejan de que el director Fidencio Pérez Rojas, el subdirector Carlín Mora y el subdirector técnico Agustín alias el Ojo de vidrio, además de una tal Jaqueline que la califican de pareja íntima del director, traen asolados a los internos porque las autoridades del penal han delegado por completo el control del mismo a un interno de nombre Camarero Grajales quien los aterroriza, extorsiona y tortura, además se jacta de entregar su “cuota” puntualmente a los directivos para que le dejen seguir “trabajando la plaza” internamente.
El apando que utiliza para sensibilizar a los que no le pagan se le conoce como “el vocho”. El Director de Prevención y Readaptación Social algo tendrán que responder al respecto, en caso de ser cierto.
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