lunes, 7 de agosto de 2017

Violonchelista de la OSX participará en Olimpiada Mundial de Natación



· Día a día, Daniela Derbez disfruta dos artes: la música y el desplazarse en el agua

· “Todo es cuestión de organizarse y tener disciplina. Todo se puede mientras haya voluntad”

Karina de la Paz Reyes Díaz

Desde hace 19 años Daniela Derbez forma parte de la sección de violoncellos en la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) de la Universidad Veracruzana (UV), pero hace 11 retomó una disciplina que dejó de niña para consagrarse a la música: la natación. Su destreza en ésta la ha llevado a participar en varias competencias nacionales y en próximos días lo hará en el Campeonato Mundial de la Federación Internacional de Natación (FINA), Máster de Natación 2017.


Para lograr un lugar en esta competencia, fue necesario asistir a cinco de corte nacional –como lo establece la FINA– en Guanajuato, Cancún y Querétaro, donde destacó con primeros lugares.

Aunque esta competencia internacional se desarrolla de 7 al 20 de agosto en Budapest, Hungría, las pruebas de la categoría en que participará –45 a 49 años– se desarrollarán del 14 al 16 y el 20 del mismo mes. Ahí se enfrentará a alrededor de 50 competidoras, principalmente del continente europeo, tres latinoamericanas y ella será la única representante del país.

Para la chelista, realizar una actividad deportiva es la mejor manera de complementar la vida cotidiana y desempeñar un buen papel como madre,

trabajadora –en su caso como ejecutante de un instrumento– y como persona en sí.

“Yo estoy muy agradecida con la Universidad Veracruzana y especialmente con la rectora, Sara Ladrón de Guevara, que están haciendo posible este viaje”, citó la entrevistada.

Tanto la natación como la música llegaron a Daniela Derbez en la infancia, aunque la primera algunos años antes. Sin embargo, la música llamó mucho su atención y como ambas le requerían disciplina y prácticamente tiempo completo, optó por ésta a grado tal que su licenciatura la estudió en Western Illinois University, Estados Unidos.

Posteriormente se incorporó a la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de la Secretaría de Educación de Veracruz, y en 1998 se trasladó a la OSX de la UV.

“Yo empecé a nadar desde chiquita, desde los cuatro o cinco años, y también competía mucho. Después, como a los siete años me inicié en la música, pero mi inclinación hacia ella fue por ahí de los 12 o 13. Como ambas son de mucha disciplina, decidí música. Ya de grande tomé a la natación como un deporte, una manera de estar bien y es una maravilla, porque es un deporte que te nutre tanto”, relató.

Compartió que hace 11 años, cuando su segundo hijo llegó a los dos de edad, le fue detectado autismo, lo cual la llevó a una profunda depresión, pero alguien le dijo “tienes que trabajar para estar bien para él”. Tal mensaje la motivó a retomar la natación paulatinamente. Los beneficios de la actividad deportiva fueron notorios y la depresión fue superada.

“La natación te mantiene muy bien de la mente. Además, es muy bueno hacer ejercicio diario para sentirte bien, pero sobre todo éste te aclara las ideas y te ayuda a estar bien durante el día y a rendir mucho más en tu trabajo.”

A manera de ilustrar su cotidianidad, enlistó que sus entrenamientos inician a las cinco de la mañana; después, lleva a sus hijos a la escuela y de ahí se va a ensayar con sus compañeros de la OSX, lo cual disfruta enormemente. Además, da clases en el Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz. “Es la vida de una mamá trabajadora cualquiera”, dijo.

Es más, para ella “todo es cuestión de organizarse y tener disciplina. Todo se puede mientras haya voluntad. Si lo quieres hacer, lo haces. Doy clases, tengo dos hijos, entreno y estoy en la OSX. Pero tener tu mente activa y tu cuerpo en forma te ayuda a estar bien en todo lo demás”, remarcó la oriunda de la Ciudad de México.

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