BUENOS DIAS
VERACRUZ
David Varona
Fuentes
Miércoles 16
de agosto del 2017
A escasos
ocho meses del mandato del gobernador del estado, los resultados para Miguel
Ángel Yunes Linares, no han sido los esperados por el clan familiar, atrincherados
en el municipio de Boca del Río.
Un gobierno
incoloro, con funcionarios opacos y de conducta bajo sospecha, se encuentran
seriamente ocupados en el proyecto político electoral, de quien habrá a suceder
a don Miguel Ángel.
Y adelantando
los tiempos el gobernador Yunes, sin el menor recato y pasando sobre lo que
establece la propia ley; tomado de la mano de su hijos, Miguel Ángel recorre la
geografía veracruzana y de paso lleva a cabo acuerdos con líderes regionales
para dejar en claro, que el próximo candidato de la alianza PAN-PRD, será el
actual alcalde de Boca del Río Yunes Márquez.
Ahora bien.
Lo que no se
tiene muy claro, si la famosa alianza de los azules amarillos se llevará a
cabo, pues desde el búnker nacional panista, el gobernador está seriamente
cuestionado.
El joven
maravilla Ricardo Anaya de pronto enfrió sus relaciones personales con la
familia de los Yunes, al grado que de un tiempo para atrás el líder nacional
panista se olvidó de quien públicamente había apoyado para llegar a la
gubernatura del estado.
Pasaron al
olvido las noches bohemias del estero.
Ni una sola
mención en los actos panistas del gobernador veracruzano, pues ha trascendido
que los tres mosqueros: Ricardo Anaya, Gustavo Madero y Santiago Creel, no ven
con buenos ojos que Yunes Linares se vaya por la libre, sin consultar a su
partido y por lo mismo el hombre fuerte del PAN veracruzano es José de Jesús
Mancha, quien se encuentra en sana distancia con el propio mandatario.
Se escuchan
voces.
Que el
gobernador oye pasos en la azotea, cuando tiene informes de que la famosa
alianza, lleve a cabo acuerdos con otras expresiones políticas y deje a un lado
las pretensiones de la familia Yunes de llevar a su hijo mayor a la silla
embrujada de palacio de gobierno.
El veto
nacional panista está pesando.
Por ello,
Miguel Ángel Yunes Linares está echando toda la carne al asador su objetivo:
refundir en la cárcel al ex gobernador Javier Duarte y a su pandilla.
Y el
gobernador no duerme.
Su presencia
en la PGR como testigo de cargo; llevando bajo su brazo los gruesos
expedientes, que hablan de la enorme red de corrupción de Javier Duarte y sus
cómplices.
La idea es soportar y documentar las imputaciones del robo del siglo
a las arcas del estado.
La mira la
tiene puesta en Karime Macías Tubilla y toda su familia, quienes están
seriamente señalados por haber amasado una gran fortuna al calor del gobierno
duartista.
El turco va
con todo.
Solo… que hay
un pequeño problema.
El gobernador
no debe perder de vista que Duarte está protegido con el manto de la impunidad
y la corrupción que envuelve al propio presidente Enrique Peña Nieto, es por
eso que el juicio que se le lleva al ex gobernador, se ve a leguas está
amañado.
Y así como la
señora Xóchitl Tress, en un abrir y cerrar de ojos, fue puesta en libertad.
Se ha
filtrado a muy alto nivel, que el ex gobernador será beneficiado por los
endebles señalamientos por la PGR y bajo otros argumentos de carácter político
desde la casa presidencial; Javier Duarte será liberado bajo fianza allá por el
mes de enero del 2018.
Si esto fuera
cierto.
Miguel Ángel
Yunes Linares habrá despertado abruptamente.
¿O usted qué
opina?
PD. Dice
refrán que la reata se revienta por lo más delgado: pues ha trascendido que el
diputado César Camacho líder de la fracción parlamentaria del tricolor en el
seno de la Cámara de Diputados,
en días pasados comentó con el presidente Peña,
la solicitud de desafuero en contra del diputado Alberto Silva Ramos, el
mexiquense dio luz verde para llevar a cabo el juicio de procedencia para
desaforar al ex vocero de Javier Duarte… y todo apunta que la misma suerte
correrá el diputado Tarek Abadalá.
davidvaronaf@hotmail.com
-NOTICIERO y
ANÁLISIS POLÍTICO de DAVID VARONA FUENTES en #BUENOSDIASVERACRUZ –en vivo-
11:15 Por:
Canal de
YOUTUBE
PUNTA DE
LANZA.
UN PRI
HUÉRFANO.
En Veracruz
el partido tricolor está en completa orfandad; en el vetusto edificio de Ruiz
Cortines no se paran ni las mosca, dentro del inmueble da una sensación de una
funeraria, solo unos cuantos empleados.
Renato
Alarcón encargado de la dirigencia nunca está y cuando está tampoco está.
La gente
pregunta: ¿y el candidato?
Los políticos
del viejo cuño son los únicos que asisten al partido que agoniza, que ni dándole
respiración de boca a boca, el PRI veracruzano será lo que fue en tiempos
pasados.
Don Enrique
Ochoa parece no importarle, la suerte de sus compañeros de Veracruz.
Un partido
sin dinero, nada tiene que hacer en el próximo proceso electoral del 2018.
Y si el joven
Pepe, se quiere echar ese trompo a la uña, escribirá su funeral para las
elecciones presidenciales, pues Morena parece haberse adueñado del territorio
político electoral del estado.
Don Ricardo
Ahued le irá mejor vendiendo plásticos.
El candidato
de Morena aún no está decidido…
Esperemos los
tiempos…
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